Ambulantaje pone en riesgo a Chichén Itzá

Carlos Águila Arreola
Foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Martes 15 de noviembre, 2016

El presidente en Quintana Roo de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV), Sergio González Rubiera, advirtió que si Chichén Itzá pierde la denominación de Maravilla del Mundo por no regular el ambulantaje, el flujo turístico hacia el sitio arqueológico caería entre 40 y hasta 70 por ciento, equivalente a un millón 400 mil visitantes.

Hace siete meses, en abril pasado, la organización New7Wonders, entidad privada radicada en Suiza que otorgó el sello, exigió a las autoridades yucatecas, concretamente al Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos de Yucatán (Cultur), atender algunas recomendaciones para no retirar el nombramiento que data de 2007.

La principal exigencia es reubicar a cerca de mil vendedores y artesanos mayas que operan dentro del sitio arqueológico, muchos de los cuales provienen de poblados pertenecientes al municipio de Tinum –donde se ubica el ex centro ceremonial maya– en un espacio comercial fuera del sitio, en lo que coincide el empresario.

En entrevista con [i]La Jornada Maya[/i], el titular de la AMAV en la entidad señaló que “le hemos dicho reiteradamente a la gente de Cultur que ya tienen que hacer algo por el sitio arqueológico, porque los ambulantes, que son casi mil, apostados en los [i]sacbés [/i](camino sagrado, sin desniveles y pavimentado por los mayas prehispánicos), generan muy mala imagen”.

“No estoy contra los vendedores de artesanías, pero podrían estar ordenados, en un mercado digno, a lo mejor con uniformes y sin acosar al turismo; además, los productos que venden podrían ser de mejor calidad, porque tienen hasta de manufactura china; o sea, no todo son productos artesanales de la región”, señaló.

Otros requisitos que impone la organización internacional y que las autoridades de Chichén Itzá, en este caso el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), han ignorado, son el uso de la marca, cómo y dónde colocarla, además de promover otras maravillas del mundo, “y la verdad es que no han hecho caso a ninguna recomendación”, sostuvo el dirigente.

Pese a que el gobernador yucateco, Rolando Zapata Bello, niega que la distinción esté en riesgo; la organización suiza ha confirmado que “si no pasa nada, el riesgo de que Chichén Itzá pierda el estatuto, es muy alto”.

Visitantes

El sitio arqueológico es visitado cada año por cerca de dos millones de turistas –el segundo más visitado de México, después de Teotihuacán, y sobre el tercero, que es Tulum–, y durante los primeros nueve meses del año, hasta septiembre, lo visitaron un millón 180 mil 998 turistas foráneos, y 350 mil 854 mexicanos.

En cuanto a lo económico, el informe del INAH hasta el tercer trimestre del año, reportó el ingreso de 99 millones 570 mil pesos, y el estado de Yucatán –por medio de una segunda caseta de cobro– obtuvo 217 millones 353 mil pesos durante el mismo periodo.

El lugar también es un negocio muy jugoso para los operadores turísticos de Quintana Roo y Quintana Roo: las excursiones de Cancún y la Riviera Maya hacia el sitio arqueológico son de los productos más vendidos, y su costo va de los 60 a los 120 dólares.

Sergio González, dirigente de la AMAV –agrupa a 57 empresas que movilizan casi siete millones de turistas al año–, señaló que “el 70 por ciento de los visitantes que llegan a Chichén Itzá, provienen de Cancún y la Riviera Maya, y para el catálogo de ventas de las agencias de viajes, las excursiones representan 40 por ciento”.

Sergio González Rubiera también habló del [i]derecho de piso[/i] que por temporadas cobran los ejidatarios del vecino municipio de Pisté, que incluso han cerrado temporalmente la carretera hacia el sitio arqueológico, como medida de presión para que el gobierno de Yucatán atienda sus demandas.

Se quejan que desde 1997 el gobierno y el INAH no les paga la cuota que como dueños de las tierras –como ellos lo aseguran– corresponde derivado del arribo de turistas nacionales y extranjeros a la zona arqueológica. El año pasado, el jueves 12 de marzo, los ejidatarios cobraron 10 pesos por vehículo y recaudaron más de 20 mil pesos en algunas horas.

Al respecto, el empresario turístico señaló que “es un negocio de gente que está ahí, porque pagan un porcentaje a alguien y pueden estar involucrados hasta los propios custodios que trabajan para el INAH”.

De su lado, en varias reuniones los artesanos han dicho que en caso de desalojo se van a defender legalmente e, incluso, amenazan con bloquear los caminos o accesos hacia Cancún y la Riviera Maya.