Paraíso ya sólo es natural

Carlos Águila Arreola
Foto: [i]La Jornada[/i] nacional
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Martes 8 de noviembre, 2016

Tras un mes de violencia imparable, la comunidad turística y la iniciativa privada de Benito Juárez, y en general la de Quintana Roo, lanzaron un “¡ya basta de inseguridad!”, ante la escalada delictiva que empieza a tener eco internacional, de acuerdo con el líder hotelero Carlos Gosselin Maurel, y Carlos Alberto Aguilar Osorio, presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La inseguridad ya rebasó todos los temas, incluso el de traído y llevado de la deuda dolosa –que podría ser la segunda en la historia de México–, y se considera que el gobernador Carlos Manuel Joaquín González ya debe empezar a enfrentar su responsabilidad de velar por la seguridad de todos los quintanarroenses.

El presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos emplazó al mandatario a cumplir su palabra porque “parece que sigue en luna de miel”, situación que se agravó tras el señalamiento de evasión fiscal del secretario de Fiscalización, Juan Melquiades Vergara Fernández, quien acusó a los centros de hospedaje.

En tanto, el dirigente del PRD culpó de la falta de estrategias al secretario estatal de Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos, al señalar que “antes había reuniones con los responsables del ramo de cada municipio. Después de un mes no se ha visto trabajo por parte del señor”.

Tras la presentación de Lizzie Cole Guerrero como nueva directora de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC) de Benito Juárez, la secretaria estatal de Turismo, Marisol Vanegas Pérez, negó que los touroperadores y mayoristas extranjeros manifestaran preocupación por la ola criminal en el principal destino turístico del país y América Latina.

En tanto, Máximo García Rocha, subsecretario de Turismo, precisó que el conflicto no sólo es local, “debe concurrir la Federación con el Ejército, la Marina, la Procuraduría General de la República (PGR), la Gendarmería y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), debido a la importancia de Quintana Roo para el sector turístico”.

Sin embargo, Carlos Gosselin sostuvo que no ve resultados, “ojalá y haya resultados próximamente. A Carlos Joaquín obviamente le dimos la gran confianza de gobernar el estado, tenemos una gran fe puesta en él, pero tiene que haber una respuesta clara”, sentenció el líder de la hotelería organizada.

De su lado, Aguilar Osorio calificó la situación como “muy grave”, y sostuvo que lo que ocurre en Cancún es alarmante, sobre todo que Quintana Roo vive de su imagen; empero, puntualizó, “es consecuencia de 12 años de carecer de estrategias y planes contra la inseguridad”.

[b]Al garete[/b]

En tanto, y pese a los operativos diarios de las Bases de Operación Mixtas (BOM), en los que participan militares, marinos y policías federales, estatales y municipales, “la delincuencia está desbordada por falta de acciones eficaces de las corporaciones, que han dejado al garete la seguridad del principal destino turístico del país”.

Tal es el diagnóstico del organismo civil Ángel Ciudadano, que establece que no sólo los delitos del fuero federal como ejecuciones y extorsiones se han incrementado, sino que la delincuencia común ya genera considerables estragos en la sociedad cancunense.

De su lado, el párroco Luis Octavio Jacobo, rector de la Catedral de Cancún, sentenció que “el paraíso ya sólo es natural porque el terrenal se acaba cada día porque vivimos en un estado de inseguridad muy fuerte”, y alertó que la ciudad “está convertida en un foco rojo y es un caldo de cultivo para las organizaciones criminales”.

El sacerdote aseguró que actualmente Cancún vive una descomposición social y falta de valores alarmantes, que propiciará que la población poco a poco adopte la ley del más fuerte, del ojo por ojo, e ignore el Estado de derecho en afán de defenderse. Pronto muchos empezarán a hacerse justicia por su propia mano, alertó.