Violencia incontenible en Cancún

Texto: Carlos Águila Arreola
foto: José Luis López Soto
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Lunes 10 de octubre, 2016

La espiral de violencia en Cancún está incontenible y cerró la semana a sangre y fuego: en los primeros ocho días del mes se han registrado al menos media docena de balaceras –casi una diaria–, con saldo de seis ejecutados, seis heridos y un secuestro.

El 30 de septiembre, en pleno proceso de transición de poderes, unas horas después de que el nuevo alcalde Remberto Estrada Barba tomara el control de la Secretaría de Seguridad Pública, un hombre fue ejecutado en la avenida Bonampak, casi en el entronque con la avenida José López Portillo, en la Supermanzana 74.

Más tarde, por la noche, de ese mismo día, un travesti fue baleado en la Región 208, sobre la avenida Niños Héroes del fraccionamiento Villas del Sol. La zona forma parte de una de las más conflictivas de la ciudad, al noroeste, en la llamada Franja Ejidal.

El domingo 2 de octubre, el tercer día del nuevo gobierno en Cancún, fue encontrado el cuerpo de una persona ejecutada, en un paraje por la zona del Arco Vial, en la Región 106, entre la Ruta 5 y la avenida López Portillo.

El lunes 3, un ataque a balazos contra una palapa de la colonia irregular “La Jungla”, cerca de la avenida Talleres, en la Región 103, dejó lesionados a un joven de 18 años y un menor de 11. La vivienda, construida de pedazos de madera y láminas de cartón, era utilizada como centro de venta de drogas en un camino pedregoso.

El miércoles 5, ataques simultáneos contra dos bares, [i]La Oficina[/i] y [i]La Xtabay[/i], dejaron cuatro muertos. Tres de las víctimas eran aparentemente clientes en el primer lugar, uno murió en la entrada del local y los otros dos en el nosocomio. En [i]La Xtabay[/i] murió un vendedor de dulces que estaba frente al local de manera circunstancial.

El jueves 6, un empresario fue bajado de su auto y secuestrado a plena luz del día frente a su casa, en Villas del Arte de Cancún, días después de recibir amenazas vía telefónica. El pasado 13 de septiembre, un comando armado interceptó a una mujer que circulaba en un automóvil Audi, para llevársela a punta de pistola, en un presunto golpe a la mafia cubana.

El viernes pasado, un tiroteo en la Supermanzana 29, en pleno centro de Cancún, donde tres mujeres que laboraban en una casa de citas fueron baleadas por un presunto cliente que llegó al lugar y empezó a dispararles a quemarropa. No hubo víctimas, sólo lesionadas.

Y el sábado, sendas balaceras: por la tarde, la primera sin lesionados en la Región 203, donde dos personas habrían sido detenidas, y por la noche, en la Región 90, frente al polideportivo “Toro Valenzuela”, un hombre fue reportado herido de bala.

El viernes 7 de octubre fue ultimado un joyero en el mercado Diana Laura Riojas, de la colonia Luis Donaldo Colosio de Playa del Carmen. La víctima era hermano menor de José Guadalupe Lara Méndez, también ajusticiado en junio de 2015. Fue el segundo ejecutado desde que asumió el nuevo gobernador, y el primero con la nueva alcaldesa Cristina Torres.

El martes 4 de octubre, fue hallado el cuerpo sin vida de un hombre, en los alrededores del fraccionamiento Arboledas, en Chetumal. El cadáver tenía impactos de bala en cabeza y tórax, y tenía marcas de golpes.

Al día siguiente, desconocidos lanzaron bombas Molotov contra el automóvil y un negocio (una pizzería) de un sobrino del nuevo alcalde Luis Torres Llanes. Los hechos ocurrieron alrededor de las cuatro de la madrugada.

El jueves, en la isla de Cozumel, un hecho inédito cuando un grupo de cuatro turistas españoles que recorrían la costa oriente e hicieron una parada en “El Mirador”, fueron asaltados a mano armada por un par de sujetos encapuchados que los despojaron de sus pertenencias y las llaves del automóvil en que viajaban.

En lo que va de la administración municipal de Remberto Estrada Barba, suman ya seis personas ejecutadas y media docena de balaceras con varios heridos; en total en la entidad son ocho ajusticiados y dos levantones en el mismo periodo.