Texto y foto: Carlos Águila Arreola
La Jornada Maya
Cancún.Quintana Roo
Martes 16 de agosto, 2016
La isla de Holbox, famosa por la espectacularidad de sus ocasos, es víctima de su propia belleza. Actualmente, ambientalistas y activistas denuncian que hay 50 construcciones en desarrollo, entre éstas seis hoteles con vista al mar, en un paraíso que concentra 49 por ciento de anfibios y reptiles de la península de Yucatán, y 79 por ciento de Quintana Roo.
[b]Sobrepoblación turística[/b]
En 2010, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), había mil 400 pobladores, y hoy se estima que hay dos mil habitantes, que en temporada alta se convierten hasta en 20 mil, con el arribo de turistas, que contribuyen a generar cerca de 60 toneladas de basura al mes.
La paradisiaca ínsula del municipio de Lázaro Cárdenas, a poco más de 160 kilómetros de Cancún, mide 42 kilómetros de largo y dos de ancho y está dentro del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum-Balam, zona natural protegida desde 1994 que carece de un plan de manejo, cuya publicación tiene más de 20 años de atraso.
La falta de ese documento permite el aumento sin parar de construcciones de hoteles y viviendas, denunció la organización “Salvemos Holbox”, que estima que actualmente hay alrededor de 50 construcciones en desarrollo, nuevos hoteles incluidos.
[b]Fauna[/b]
La isla es refugio de más de 100 especies de aves (30 migratorias), y casa del cacomiztle, la cigüeña, los cocodrilos de río y pantano, del halcón peregrino, el flamenco, el manatí, los monos araña y aullador, el jaguar, ocelote, oso hormiguero, tapir, las tortugas blanca, laúd, caguama, carey y el zopilote rey.
Todas esas especies amenazadas o en peligro de extinción, y bajo protección especial, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y de acuerdo con la de Marina, en la isla hay 311 especies de fauna silvestre.
Pero ser “el tesoro del Caribe” está costando mucho a Holbox, pues “poco queda de cuando nos abrimos al turismo, con cabañas de madera y palma”, dijo Dinora Caridad Bacelis Alcocer, propietaria del primer hotel que operó en 1986: Los Arcos, quien admite que nunca pensó que el crecimiento sería una amenaza: “Nos da miedo el desarrollo”, agregó.
El temor es porque los proyectos hoteleros Villas Cocoteros, Villa Flamencos, Villas Paraíso del Mar, Holbox Residence, Casa de las Tortugas y Casa Iguana, son sólo algunos de los desarrollos que en los últimos meses ingresaron su solicitud de operación o construcción a la Semarnat, y las guías online ofrecen hasta 81 hoteles distintos para hospedarse en la isla.
“El crecimiento se dio por la belleza del lugar, y ese desarrollo le ganó a la atención y a un desarrollo sustentable para garantizar y cuidar la fragilidad que tiene la isla”, consideró.
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