María Garus pedalea por pueblos de México para cambiar visión sobre mujeres

La Jornada Maya

Playa del Carmen, Quintana Roo
Martes 18 de diciembre, 2018

María Garus, polaca de nacimiento, pese a no ser ciclista ni haber pertenecido a ningún club ciclista, recorre el continente americano en bicicleta desde hace año y medio cuando partió de Alaska, y su meta es llegar a Argentina. Hasta ahora ha recorrido unos 13 mil kilómetros.

Informó que para realizar esta aventura tuvo que vender todas sus cosas en Polonia y de allí viajó a Alaska para emprender su ruta, que ha pasado por estados de la Unión Americana como Wyoming, Montana, Utah y Arizona.

Aunque muchos le dijeron que el país es peligroso para las mujeres, en México ha visitado por 11 meses entidades como Baja California en donde laboró en un barco que la llevó a Mazatlán, Oaxaca, Ciudad de México, Puebla, Veracruz y Chiapas, estado que más le ha gustado.

Reveló que es una ciclista viajera improvisada, y solo elige en el mapa a qué lugar ir; nunca pagó hospedaje, ya que descansó en su casa de campaña o en alguna estación de bomberos, palacio municipal, en el DIF o en los diversos clubes de ciclistas que contacta vía internet.

“Para viajar solo necesité dinero para comer y conocer los lugares a los que llegué, me ayudé vendiendo las imágenes de las postales para estos gastos, además de haber trabajado en un taller mecánico en donde aprendí el español, que de no ser así no podría conocer la cultura y dialogar con la gente, laboro por temporadas a los lugares a los que voy”, señaló.

María relató que fue interesante conocer los poblados de la República, sobre todo por ver los gestos de la gente que se les hacía raro ver a una mujer sola en bicicleta viajando por carreteras más transitadas. “Centroamérica es peligroso, creo que tendría que ir acompañada”, dijo.

La intrépida europea viaja equipada con gas, llantas para bici, herramientas, una hamaca, sartenes, una estufa, todos los utensilios básicos para viajar. Mencionó que en Quintana Roo se siente cómoda, porque las distancias que recorre son pocas a comparación de Canadá que eran más largas y en donde tenía que racionar más el agua que bebe.

Con respecto a la diferencia que separa a las mujeres mexicanas de países como Canadá, mencionó que ha visto que han golpeado a las mujeres como en el metro de la Ciudad de México y en poblados.

“En Chiapas por ejemplo las mujeres no pueden manejar bici, en un poblado fue la primera vez que vieron a una mujer conducir bicicleta, lo cual estaba prohibido, no tuve problemas con los hombres, pero sí con otra mujer. Para muchos soy gringa, aunque no sea verdad, me estigmatizan, y difícil para ellos y es triste para mí ver que hay mujeres en México que tienen 15 años y ya son mamás de tres hijos y no tienen educación, ni la posibilidad de conocer el mundo”, detalló.

Por lo anterior, ha pedaleado en zonas rurales como Ocosingo, Chiapas, para que la gente cambie su visión sobre las mujeres. Además, señaló que al principio las entrevistas con los medios de comunicación fueron difíciles, debido al idioma, entre ellas la que hizo para dar a conocer el asesinato de uno de sus compatriotas, que fue asesinado en Chiapas y del cual aún sus restos no son repatriados.

El Volcán Chichonal ha sido para ella el mejor lugar en México que ha visitado, sus lugares favoritos son las montañas, los cañones, etcétera. Esta experiencia la ha marcado porque aprendió inglés y español; en cuestión de salud, solo dos veces se ha enfermado de gripa.

Su página en Facebook es [a=https://www.facebook.com/solowomancyclist/]Solo Woman Cyclist[/a], en donde la gente la puede contactar; por este medio también se puede encontrar a ciclistas mujeres como Cristina Espinola, que ha pedaleado por todo el mundo en tres años.