La gente paga menos por entrar a Sian Ka’an que por ir al cine: Gonzalo Merediz

Carlos Águila Arreola
Foto: Robert Pittman
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Lunes 13 de mayo, 2019

De no regularse el ingreso de visitantes a la Reserva de Sian Ka’an –considerado el destino ecoturístico más importante del Sureste mexicano– se corre el riesgo de masificar el área y que se convierta en otro Cancún, Playa del Carmen, y más recientemente, Tulum, alertó Gonzalo Merediz Alonso, director de la asociación civil Amigos de Sian Ka’an.

“La verdad creo que se cobra muy poco, cuando la gente está entrando a un sitio patrimonio de la humanidad, un lugar realmente espectacular, y paga menos por entrar a Sian Ka’an que por ir al cine, una entrada al cine te sale más caro; creo que sí vale la pena buscar de qué manera se puede aumentar el cobro a las áreas protegidas en nuestro país”, destacó.

Consideró que, como ocurre en otras áreas naturales protegidas del mundo, se debe cobrar mucho más cuando se ingresa; señaló que en la entidad el gobierno federal ya lo cobra por medio de brazaletes, son alrededor de 60 pesos por persona, que ya va incluido cuando se compra un tour.

Dijo que a él le parece un tabú el no querer cobrar más a los turistas por entrar a un área protegida, porque incluso hay estudios que demuestran que los visitantes están dispuestas a pagar, y ejemplos sobran: en otros países lo hacen, por qué no lo van a hacer en México, y estimó que eso sería un punto muy importante a desarrollar.

Consideró que una cifra no muy gravosa, y tampoco muy barata serían 500 pesos, luego de comentar una anécdota que vivió hace años al visitar un área natural protegida en el continente asiático, en Indonesia, donde se cobra el equivalente en dólares a mil 500 pesos mexicanos.

La Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an se ubica en el centro oriente de Quintana Roo; abarca poco más de 528 mil hectáreas, de las que alrededor de 70 por ciento corresponde a la superficie continental. Contiene diversos ecosistemas: bosque tropical, sabana de palma, humedales, manglares, dunas y playas.

El restante 30 por ciento comprende un tramo del arrecife mesoamericano (el segundo mayor del mundo), hogar también de ricos ambientes naturales marinos. La biodiversidad es increíble: más de 850 especies de plantas (incluidas 120 leñosas), 40 de anfibios y reptiles, más de 100 de mamíferos (desde el manatí antillano hasta el puma) y cerca de 330 aves.

“Parte del objetivo es dispersar un poco el gran éxito turístico que ha tenido Sian Ka’an, distribuirlo un poco más ampliamente en las muchas comunidades y atractivos que hay en la región; parte del objetivo es ayudar a reducir ese impacto sobre la reserva y crear oportunidades de desarrollo en las comunidades que están alrededor”.

Merediz Alonso precisó que los riesgos que se corren de no regular el ingreso, sería la masificación del destino; por fortuna, y para empezar, indica el activista, el área cuenta ya con decreto de reserva y un plan de manejo que limita el crecimiento costero a sólo 0.5 cuartos por hectárea, una de las densidades más bajas en la entidad.

Añadió que ambos documentos señalan cuáles son las formas como se puede hacer turismo, que es una gran ventaja que tiene Sian Ka’an; de lo contrario, aseguró, ya se habría afectado gran parte de los ecosistemas presentes en el lugar.

“El riesgo de que no se aplique esa regulación es que se degrade. Sian Ka’an es el destino ecoturístico más importante de toda la península de Yucatán, quizá de todo el sur de México. Son regulaciones que favorecen a la población local, eso es muy importante porque las comunidades en y alrededor se han beneficiado por la presencia de la reserva”, apuntó.