Ejidatarios de Ichkabal se abren al diálogo con gobierno estatal

Foto y Texto: Joana Maldonado
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Miércoles 27 de febrero, 2019

A la fecha, el gobierno de Quintana Roo no ha podido alcanzar acuerdos con ejidatarios de Ichkabal para la adquisición de las tierras que confluyen en la zona arqueológica e iniciar con las obras de acceso a esta área que representa una de las de mayor dimensión en todo el país. La Secretaría de Gobierno anticipó que se retomó recientemente el diálogo con ellos para alcanzar arreglos.

El titular de la Secretaría de Gobierno del Estado, Francisco López Mena refirió que recientemente se reanudaron las pláticas con los ejidatarios, dueños legítimos de las tierras que rodean esta importante zona arqueológica en el municipio de Bacalar.

“Hubo una negativa a una oferta muy concreta que se había hecho”, indicó López Mena quien agregó que al principio de la presente administración se había planteado a los ejidatarios el pago de 108 hectáreas de la zona arqueológica y 48 más para el acceso.

“Habíamos hablado de cantidades específicas para la carretera como para la parte de la zona”, indicó el titular de la Segob, quien agregó que ahora se volverá a definir una cifra, pues los ejidatarios estimaban un costo prácticamente al triple de lo que el gobierno ofrecía, lo que en el pasado motivó a cerrar el diálogo y al carecer de la certeza legal, también impidieron la ejecución de seis millones de pesos que la federación había destinado para los caminos de acceso a Ichkabal y que tuvieron que ser devueltos en 2017.

Dijo que hace a penas unos días sostuvieron una reunión con los representantes ejidales y que existe “buena actitud”; en la misma estuvo presente el director del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en Quintana Roo, Margarito Molina.

“Estamos avanzando y yo creo que pronto tendremos buenas noticias (…) se habían roto las pláticas porque no hubo proximidad de un acuerdo y hoy es otro el acuerdo, el año pasado perdimos recursos, hoy no hay, tenemos que empezar porque habiendo acuerdos con ellos, la federación dará recursos”, concluyó.

Importancia del sitio

De acuerdo con el INAH, Ichkabal es un asentamiento prehispánico ubicado en el ejido Bacalar, cuyos inicios datan del Preclásico Medio en el año 400 antes de Cristo y se ubica en medio de tierras fértiles rodeadas de depresiones inundables (bajos) y abundantes aguadas, de ahí su denominación “entre bajos”.

De acuerdo al levantamiento topográfico terrestre y aéreo (LIDAR), el asentamiento tiene una extensión aproximada de 60 kilómetros cuadrados. Ichkabal, se compone de varias aguadas y varios grupos arquitectónicos. El Grupo Principal se integra de tres enormes basamentos con arreglo tríadico, cuyas alturas oscilan entre 46 a 35 metros y un grupo de plaza, espacio delimitado al Sur, por un reservorio artificial “Aguada de los Cocodrilos” con una extensión de una hectárea.

Dentro de los hallazgos más relevantes del proyecto de investigación que actualmente realiza la arqueóloga Sandra Balanzario Granados, investigadora del INAH-Quintana Roo, se consideran: la configuración del plano general del área central del asentamiento, registro de los conjuntos aledaños al Grupo Principal, la ubicación y disposición de calzadas prehispánicas entre los conjuntos arquitectónicos y su vecino más cercano, el asentamiento de Dzibanché.

Además de la ubicación de reservorios de agua y áreas destinadas a la producción agrícola. Con respecto a los complejo E4 y E5, se ha documentado la decoración de los cuerpos de sus basamentos con aplanados y mascarones de estuco policromos, además de la exploración de sus templos y el hallazgo de ofrendas.

“Ichkabal es un sitio de importancia científica a nivel regional o nacional que radica en su excepcionalidad arquitectónica y urbanística representativa del periodo Preclásico Maya, la integridad y autenticidad de sus componentes patrimoniales, así como su estado de conservación son un potencial para la comprensión, presentación e interpretación de sus valores culturales. Es un promisorio sitio que en un futuro se integrará plenamente a los planes de desarrollo turístico del sur del estado”, señala el INAH.