Conquista española "nos quitó" el gusto por el vino

Carlos Águila Arreola
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Holbox, Quintana Roo
Lunes 20 de noviembre, 2017

Con la Conquista española, la cultura mexicana perdió el gusto por el consumo del vino, excelente metabolizante y auxiliar cardiovascular, estimó la sommelier Mercedes Baltazar García, quien reveló que el consumo per cápita del mexicano es inferior hasta mil 800 por ciento en comparación con el sudamericano.

En el marco de la sexta Muestra Gastronómica, durante una cata de vinos —entre los que se lanzó el primer vino orgánico del mundo—, se declaró el hermanamiento de la isla chilena Maipo y la de Holbox, buscando hacer sinergia, romper el centralismo mexicano, porque aún todo depende de la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.

“La intención es hacer experiencias, principalmente gastronómicas, con los vinos para poder tener un mayor alcance, no hacer lo que todo mundo con las mismas catas, con la misma prensa, porque, ¿cuántas veces en la vida tenemos la oportunidad de degustar vinos de tan altísima calidad con un paisaje como el que ofrecen las costas de la isla de Holbox?”

“El consumo per cápita del mexicano es de 750 mililitros de vino al año, menos de una botella de litro y poco más de 100 millones durante 365 días que, comparado con Europa, la diferencia de cifras es abismal: en el viejo continente la ingesta por persona es en promedio de 18 litros, una variación importante”, señaló

Baltazar García atribuyó el hecho a que “en México se tenía la cultura del vino hace muchísimos años y se perdió con el tema de la Conquista. Esa costumbre se enterró porque el brebaje de esos elíxires estaba enfocado a las clases altas”.

[b]Antiquísimo[/b]

Desde entonces, agregó la especialista, “empezamos a ser consumidores de aguas de sabor, de cerveza y Coca Cola, y no es que sean malas, pero empieza a cambiar totalmente el panorama de los vinos, que finalmente son saludables”.

En América Latina, Chile y Argentina son los países que más vino consumen, alrededor de 16 litros per cápita, contra los 750 mililitros que ingiere cada mexicano en promedio.

Recordó que los primero vinos que llegaron a México fueron españoles, seguidos de los chilenos; hace años, los sudamericanos eran visto como económicos y los europeos como muy caros, “como que eso te daba cierto nivel de estatus”, refirió.

Actualmente, los vinos chilenos tienen una extraordinaria calidad y pueden llegar a costos accesibles porque el país andino tiene producciones de vid mucho más altas que las que hoy tienen en el viejo mundo, como en España, Francia e Italia.

“El mexicano promedio regularmente gasta entre 120 y 100 pesos por una botella; es raro que gaste más de esas cifras, pero los hay, y en Chile se consume mucho vino, pero barato. Ellos compran vinos de, en proporción de moneda, 60 pesos o algo por el estilo, porque ahí se toman con la comida y a todas horas, todos los días.

Y algo que se reconoce de la región chilena, es que la Viña San Pedro Tarapacá, es la número uno en producir vinos gran reserva que se quedan en su país; o sea, regularmente los viñedos, todas las bodegas chilenas lo que hace es exportar sus productos, San Pedro también lo hace, pero también deja producto nacional”, añadió.

El valle de Maipo, la mejor y más tradicional zona vitivinícola para la producción de vinos tintos, tiene particulares características geológicas, además de la brisa proveniente del océano Pacífico, que ingresa por el lecho del mismo nombre, que genera diversos microclimas que hacen posible el crecimiento y la maduración de gran variedad de cepas.

Las variedades plantadas en los viñedos de la ínsula de Maipo son Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah, Merlot, Carmenère, Malbec, Mourvedre, Petit Verdot, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Viognier y Gewürztraminer.