Joana Maldonado
La Jornada Maya
Chetumal, Quintana Roo
Miércoles 6 de mayo, 2020
Desde el pasado 20 de abril a la fecha, seis elementos policiales en Quintana Roo han fallecido a causa del COVID-19. Particularmente las corporaciones policiales registran desde hace varios años niveles altos de obesidad y sobrepeso y en consecuencia enfermedades crónicas que los coloca dentro del grupo con más vulnerabilidad.
Junto con la salud, protección civil y otros, la seguridad pública es parte de los servicios esenciales que no pueden detenerse, y este nuevo coronavirus exhibe las dolencias de las corporaciones policiacas debido a que los elementos que en promedio trabajan 74.2 horas presentan una alta incidencia de obesidad y enfermedades crónicas.
Mediante redes sociales, Capella Ibarra informó el 13 de abril, sobre el deceso de Enrique Figueroa, un cabo de infantería de la Marina que aparentemente falleció a causa de COVID-19, y el día 20 de abril, informó sobre la muerte de Wayner Flores Trinidad, elemento adscrito a la Policía Turística en Benito Juárez.
En esa fecha, el secretario confirmó siete casos confirmados en elementos, cuatro administrativos y tres operativos en el municipio de Benito Juárez, dos de ellos adscritos al cuidado del Palacio municipal.
El 24 de abril, se informó por esta misma vía el fallecimiento del policía Juan Salgado Dionicio, y al día siguiente la muerte del Policía Segundo, Jorge Rolando Vázquez Díaz, de la Guardia Nacional. El pasado 4 de mayo, Capella Ibarra informó el deceso del oficial Manuel de Jesús Espinosa Flores en Playa del Carmen, y al día siguiente de Daniel Moo Cupul en el municipio de Lázaro Cárdenas.
En junio de 2019, el propio Capella Ibarra había declarado que las condiciones físicas de casi el 70 por ciento de los elementos no era la adecuada.
Los datos de la última Encuesta Nacional sobre Estándares y Capacitación profesional policial 2017 del INEGI que se conocieron en 2018, revela que el 79.4 por ciento de los elementos tiene algún grado de sobrepeso u obesidad de acuerdo con sus niveles de Índice de Masa Corporal. En un gran porcentaje, estos elementos están en las corporaciones estatales y municipales.
Según los datos, el 18.6 por ciento de los policías en el país padecieron enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades del corazón y pulmonares, y el 9.3 de hipertensión arterial y el 30 por ciento tuvo un aumento o decremento de su peso.
Edición: Enrique Álvarez
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