Entre la tardía recolección y la proliferación de basureros clandestinos, el corredor turístico que va desde Macario Gómez hasta Cobá luce atestado de basura, de acuerdo con un recorrido efectuado por el lugar.
Antonio Canché Hau, habitante de Cobá, declaró que lamentablemente la atención de recoja de los desperdicios ha dejado mucho que desear desde hace meses atrás.
Comentó que es un problema que aqueja a gran parte del poblado, y que les preocupa la mala imagen pero sobre todo el riesgo para la salud por los cuadros de infección que causa el acumulamiento de desechos sólidos.
“Por el momento el camión recolector de basura entra cada semana, pero a veces tarda más, eso ha ocasionado que haya tanta basura en la comunidad y eso es un gran problema para la salud”, acotó.
Por su parte, Dionisio Pech, habitante de la comunidad de Manuel Antonio Ay, lamentó que el camión recolector pasa hasta cada 15 días, provocando que la basura se acumule.
Señaló que los perros rompen las bolsas y los desperdicios terminan regados, lo que termina atrayendo más fauna nociva, como las moscas.
“Nos dijeron hace meses que se iba a dar sólo un recorrido cada semana, pero se tardan más de quince días en pasar y por obvias razones los botes de basura terminan rebosando y las bolsas regadas por la vía pública”, expresó.
El denunciante llamó a las autoridades a dar una mejor atención. Asimismo, en un recorrido por este tramo de más de 40 kilómetros se pudo observar más de 10 puntos que son utilizados para arrojar bolsas de basura de manera clandestina.
Edición: Laura Espejo
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