En los fraudes cibernéticos hay muchas personas “amateur”, pero también otras totalmente preparadas, que utilizan seis pasos sicológicos para vender y robar de manera sencilla, advirtió Eduardo Paniagua Morales, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV), quien llamó a modificar las condiciones legales ante el crecimiento en los casos que se registran especialmente con la venta de paquetes vacacionales.
“Tenemos que cambiar el código penal, esto yo lo he estado diciendo desde hace más de dos años, tenemos que cambiar el código penal porque en el momento en que hagamos de esto un delito grave y sin fianza cambiará el problema”, aseguró.
Este tipo de fraudes se cometen a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos y mediante redes sociales; habitualmente se roban bases de datos de hoteles y de esa manera, con datos reales de los sitios que suelen frecuentar las personas, es como los enganchan. “Les dicen: por ser cliente consentido le vamos a dar esta oferta, y caen”, lamentó.
Desafortunadamente, indicó, la cifra se ha incrementado de 250 a 450 fraudes por hora desde la llegada de la pandemia, esto significa una problemática muy grave que implica evasiones fiscales. Hasta ahora, reconoció el entrevistado, no se ha logrado combatir esta problemática, aunque muchos representantes del sector turístico forman parte de las mesas de seguridad, lo que ha permitido entregar las quejas de AMAV y que la policía cibernética pueda intervenir de una forma más eficaz; sin embargo, falta mucho por hacer.
Hasta ahora, dijo, la Comisión Nacional Bancaria no permite saber quiénes son los dueños de esas cuentas de banco en las que cientos de personas depositan ese dinero de supuestas ventas de paquetes turísticos. Hace dos semanas, aplaudió, salió una jurisprudencia en la que ya el SAT podría lograr intervenir cuando se compruebe que hay una evasión fiscal, y este dinero aparte de ser delito, es también una evasión.
“Cuando yo reciba la denuncia podré decirle a la policía cibernética: oye esta es la cuenta bancaria, y con la autorización podrá congelar la cuenta mientras hacen la investigación. Porque al turista le roban, tiene que hacer denuncia, ratificarla y cuando ya quedó, resulta que no hay dinero”, explicó.
Con esto, insistió, se abre una posibilidad de avanzar y con cambios en el código fiscal federal y una homologación en los estados, podrán tenerse mejores resultados.
Edición: Emilio Gómez
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