Desde hace algunas semanas el proyecto ¡Kimbomba! Experiencias Creativas llegó al Parque Cancún todos los domingos para realizar diferentes actividades artísticas y culturales, con el objetivo de hacer comunidad, así como promover la expresión.
Dicho proyecto surgió mediante la alianza entre Kukulcan Shopping Experience y La Casa del Árbol HUB Creativo y se ha enfocado en la oferta de actividades artísticas y culturales con las que se busca cubrir una necesidad que la misma ciudadanía ha solicitado.
En el Parque Cancún los asistentes han disfrutado de cuenta cuentos en la voz de Claudia Cruz, se han tenido talleres de acuarela, creaciones literarias, macramé, percusiones prehispánicas, mandalas y expo cacao, que consiste en una explicación sobre el proceso que se sigue para crear la llamada “bebida de los dioses”, a cargo de una nutricionista.
“Todas las actividades son en familia, para convivir y compartir en amorosos procesos creativos”, compartió Alejandra Flores, directora de Kimbomba.
Algunas de las actividades son totalmente gratuitas y otras más se han realizado con donativos de las personas que desean contribuir al crecimiento de las actividades. Lo único que se pide para asegurar el lugar es reservar al 9982388728.
El proyecto también ha incluido en otras ocasiones biodanza, risoterapia, arteterapia, talleres con componentes de cultura de paz, apoyados por especialistas para profundizar en los alcances de cada experiencia.
En su origen la alianza con La Casa del Árbol HUB Creativo se concretó porque se ha convertido en un referente cultural en Cancún y se concentraron en sumar no sólo conocimientos y vivencias lúdicas, sino también introspectivas.
Edición: Ana Ordaz
La cifra representa 120 por ciento respecto a la meta programada
La Jornada
El objetivo es destruir ''todas las infraestructuras'' de Hamas y traer rehenes cautivos: Eyal Zamir
Afp
Piden juicio contra los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Vicente Fox por ser los autores intelectuales
La Jornada
Con un tráiler robado fue bloqueado el camino que lleva a las comunidades rurales Habal-La Noria
La Jornada