Las creaciones artísticas son procesos largos, de profunda reflexión y que ahora han llevado a la artista Mercedes Bautista a un proceso de resignificar el daño que sufrió recientemente su obra, que estaba expuesta en el Museo de la Isla, en Cozumel.
"Mi situación actual es de reflexión profunda sobre lo que ha pasado… Creo que hay muchos puntos importantes a pensar. Busco resignificar este “daño” por medio de diálogos y espero nos ayude a pensarnos como sociedad y como personas individuales", compartió.
Valorar el arte, opinó, sería buscar un bien común, sin embargo, pareciera que los mismos artistas han normalizado la precarización a la que han sido sometidos. En la actualidad, reconoció, es muy complicado ser artistas en esta sociedad, y no es un tópico precisamente por una infravaloración de la producción artística.
"Y además como mujeres artistas también vemos injusticia sobre el valor de nuestra obra, no importa tu preparación y carrera profesional si eres mujer tu obra valdrá menos en galerías y museos...", reveló.
La española, que radica hace décadas en Playa del Carmen, se define como una “artista visual que escribe”. Recientemente expuso en el Museo de la Isla varias piezas de cerámica como parte de la instalación “El altar de las semillas vulva”, dentro de la muestra “El cuerpo de lo poético”, mismas que fueron destrozadas.
Al respecto, dijo que estas piezas para ella establecen procesos creativos que revelan su ser y su estar en el mundo, por lo que "duele una agresión sobre la obra", que fue creada para hacer reflexión sobre qué está pasando con el medio ambiente y cómo está relacionado con el sistema extractivista con la madre tierra y con los cuerpos de las personas.
¿Dónde están las violencias simbólicas que se reciben cada día? ¿Cómo el lenguaje construye e instruye en roles de género?, entre otros puntos, son los principales cuestionamientos que pretende el público se haga con su obra.
"La instalación más dañada habla, con su metáfora visual, sobre cómo somos pertenecientes al cuerpo de la madre tierra, nuestras formas, si observas la naturaleza, son parecidas a semillas árboles, animales, piedras…propone volver a establecer conexión sagrada con todo lo vivo de ahí el nombre de altar", describió Mercedes Bautista en entrevista telefónica.
Sobre el daño a su obra, afirmó que ya se identificó a la persona que destrozó las piezas, y fue por cuestiones de salud mental, por lo que se dificultó el proceso para resolver lo ocurrido. "Afortunadamente ya tengo el compromiso de la institución y su palabra de que van a resarcir el daño, confío en su palabra y estoy a la espera de la acción y resarcimiento", acotó.
Desafortunadamente, enfatizó, la sociedad apenas valora el arte, incluso después de pandemia no se logró identificar que el arte establece procesos creativos que sanan y en redes e internet, en tiempos de pandemia, el arte fue muy necesario y estuvo muy presente.
“El arte y sus símbolos son el lenguaje del alma, por eso el arte enseña resiliencia y por medio del arte sanamos y resignificamos el trauma”, manifestó la artista.
Edición: Ana Ordaz
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