Desde la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) expresaron su preocupación sobre el impacto del proyecto de ley que busca prohibir el cobro de comisiones bancarias a los comerciantes por las transacciones realizadas con tarjetas de crédito, lo que impactará la economía de los negocios de Quintana Roo.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de Anpec, consideró -en conferencia de prensa virtual- que deberían centrarse más en el sector bancario y que sean ellos los que reduzcan estos cobros. Durante el encuentro con los medios se realizó la presentación de los resultados de la encuesta Desafíos a Resolver del Pequeño Comercio 2024-2030.
“Es una iniciativa de ley lamentable que no fue al origen del problema y el origen del problema son los banqueros, es la banca mexicana, que es una banca que no ha ayudado en nada o en muy poco al desarrollo económico, en cuanto a la microeconomía y de la economía social, en cuanto al perfil crediticio del pequeño comercio, de la gente, de la ciudadanía, del esfuerzo, no está a la altura de los perfiles que ellos buscan y, por tanto, no hay apoyo crediticio para el desarrollo de este tipo de negocios”, expuso.
Según este proyecto, los comerciantes que cobren comisiones adicionales a los clientes por el uso de tarjetas de crédito podrían enfrentar multas de hasta dos millones de pesos, con el objetivo de proteger los intereses de los consumidores y promover la transparencia en las transacciones comerciales.
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Argumentó que los altos costos de las comisiones bancarias ya representan una carga significativa para los pequeños comerciantes y la prohibición de cobrar estas comisiones podría tener consecuencias negativas en la economía informal.
El debate sobre la regulación de las comisiones bancarias en transacciones con tarjeta está en marcha y se espera que continúe generando discusiones tanto en el ámbito legislativo como en el sector comercial.
Sobre los desafíos, el último informe de la Anpec reveló que la situación económica sigue siendo desafiante para el sector, que 90 por ciento de los comerciantes no han experimentado un aumento significativo en las ventas y 80 por ciento señala que el consumo de sus clientes no permite alcanzar el punto de equilibrio.
Esta tendencia se atribuye al cambio en los patrones de consumo, con un aumento en la compra de productos diarios a granel, en lugar de compras semanales o quincenales.
En cuanto a los productos más demandados, se observa un aumento en la venta de bebidas, huevos, snacks, tortillas y cigarrillos, mientras que la demanda de alimentos enlatados, pan en caja, dulces y proteína animal ha disminuido.
Edición: Estefanía Cardeña
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