Carlos Águila Arreola
La Jornada Maya
Cancún
2 de marzo, 2016
A tres días de la muerte del estadunidense William McKitrick por ingerir alimentos en el hotel Oasis Palm Beach, en Cancún, el centro de hospedaje no ha dado ninguna respuesta y los directivos evaden a la prensa.
La Jornada Maya acudió al inmueble propiedad del empresario español Pedro Pueyo Toldrá, que se ubica en bulevar Kukulcán, en la Zona Hotelera, donde ningún directivo dio la cara, sólo la gente de seguridad.
Por su parte, el cónsul general de Estados Unidos en Mérida para la península de Yucatán, David Micó, dio a conocer que horas antes del fallecimiento de su compatriota fue informado del delicado estado de salud de McKitrick.
El diplomático agregó que "continuamos trabajando en el caso con las autoridades competentes en Quintana Roo" para recuperar el cadáver de la víctima, que no ha sido entregado, debido a un adeudo de 200 mil pesos.
El 12 de febrero, alrededor de 280 personas entre trabajadores y turistas enfermaron de salmonelosis y amebiasis en el hotel Grand Oasis Palm de Cancún, en la Zona Hotelera de Cancún.
La víctima, de 70 años, cayó en cama enfermo de gastroenteritis luego de consumir alimentos en el centro de hospedaje, uno de los ocho que tiene la firma española en el municipio de Benito Juárez.
McKitrick laboró hace poco más de un año en Las Vegas, hasta que fue contratado por la empresa LyfeStyle Holiday Vacation Club –que opera el tiempo compartido del Grupo Oasis– para trabajar en Cancún.
La última vez que el hombre comió fue en el Oasis Palm y contrajo gastroenteritis infecciosa provocada por una bacteria que le afectó las paredes intestinales, del estómago al colon, perforándole el intestino, dañándole el corazón y detonándole una insuficiencia renal aguda, de acuerdo al reporte del hospital “Playa Med”, donde fue ingresado originalmente.
Luego que la bacteria terminó por propagarse al resto de sus órganos, McKitrick perdió la batalla, de acuerdo con algunos de sus compañeros de trabajo, quienes indicaron que el Consulado de Estados Unidos se haría cargo del cuerpo de Will, como le llamaban sus compañeros.
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