Karen Alondra Guerrero Burgos, astronauta análoga fundadora de la Red de Mujeres Mexicanas en el Espacio desde muy pequeña sintió curiosidad por conocer un mundo más allá de la Tierra, recuerda que miraba el cielo preguntándose sobre las estrellas, por qué se veían tan pequeñas y tantos otros cuestionamientos.
Aunque hacía muchas preguntas, obtenía pocas respuestas, pero eso no la iba a detener; “comencé a indagar por mi cuenta, me metía a ver videos en YouTube y me daba curiosidad que las personas que más hablaban de esto eran los astronautas, a partir de eso desde chiquita comencé a tener esta inquietud y curiosidad, pensaba ‘ay, ¡quiero ser astronauta!’”.
Conforme fue creciendo, vio su sueño alejarse, creyendo que había sido cosa de la infancia, hasta que descubrió que “hay cosas que te van acercando un poquito más profesionalmente”; al finalizar la preparatoria comenzó a estudiar aviación.
Sitio que incluso estando en la Tierra, podría continuar investigando y cumplir el sueño de volar, “fue ahí cuando me di cuenta que el cielo no era un límite como yo creía” y decidió retomar el sueño de su niña interior.
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La parte espacial tomó parte de su vida y “llevo como cinco años aproximadamente compartiendo a los niños esta curiosidad del universo, las estrellas, a través de varios voluntariados, uno de ellos es ‘Estrellas para Todos’”.
Se desempeña también como astronauta análoga en Hábitat Marte, un simulador ubicado en Brasil, donde realizan simulaciones a cuerpos celestes, como la Luna y Marte; “lo que hacemos ahí es preparar ciertos protocolos de investigación que realizan los astronautas o las personas que se dedican a la exploración espacial y replicar también protocolos de acción en la parte médica, artística, sicológica y todas estas variantes que implican poder realizar la exploración espacial”.
Ha participado en dos misiones, la Misión 89 y la 91, como oficial de la central eléctrica del hábitat y como piloto oficial, respectivamente; durante la última también trabaja un simulador de vuelo para el entrenamiento de astronautas análogos y para mejorar los sistemas de vuelo de las cápsulas espaciales.
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Las misiones, apuntó, son como el primer escalón a incidir como astronauta, en ellas investigan y crean protocolos. En su caso, llegó a su primera misión esperando recibir guía, para darse cuenta de que en el Estado de México, donde ella reside, no había ninguna mujer que hubiera realizado una misión de ese tipo. “Tengo la dicha de ser la primera […] nos adaptamos a estas condiciones a manera de simulación”, dado que hay cosas que pueden replicar en la Tierra.
Con ellas fortalecen el aislamiento porque será una de las principales características en el espacio, ya que no pueden salir a realizar pruebas como se hace en la Tierra y, para hacerlo, necesitan cumplir protocolos estrictos con el traje y las medidas de seguridad para evitar afectaciones por la radiación.
Durante las mismas también les toman datos médicos para identificar cómo reaccionan al encierro con su tripulación, con la alimentación y realizan actividades artísticas para cuidar su salud mental. “Lo que estamos buscando al final de cuentas es replicar nuestra vida como la vivimos en la Tierra, en el espacio”
En las misiones pueden enfocarse en el ámbito de sus estudios, ella, con la aviación, investiga sobre simuladores de vuelos espaciales y cómo funcionan las cápsulas espaciales, para llevarlas al espacio y traerlas de vuelta, los protocolos de exploración y vuelos espaciales, entre otros temas.
Aunque el tiempo de duración de las misiones puede extenderse hasta por años, Karen Guerrero ha participado en una de ocho días y participará en una de 13 el próximo mes de mayo. Comentó que en las de mayor tiempo logran hacer investigaciones más profundas y tienen un acercamiento más directo a la exploración espacial.
Pero su objetivo personal es que estos proyectos puedan replicarse en México para crear programas de exploración espacial; y ahora que las oficinas de la primera Agencia Espacial Latinoamericana y del Caribe estarán en México mira con entusiasmo la oportunidad. “Me gustaría ser de las primeras mujeres en incursionar la parte de los programas espaciales”.
“Me di cuenta de que hay una comunidad muy grande en México de personas interesadas en el sector espacial, pero me di cuenta de que hay muchas mujeres que, no sólo están interesadas, sino que están logrando cosas poderosas, cosas increíbles”, contó.
Por eso, no quiso quedarse de brazos cruzados y fundó la primera Red de Mujeres Mexicanas en el Espacio. “Todavía está un poquito normalizada la parte de que solo los astronautas, hombres, han ido a la Luna o sólo ellos son astronautas cuando en realidad muchas mujeres desde el Apolo 11, que fue la primera misión en la cual se pisó la Luna, hay muchas mujeres que estuvieron detrás de ese programa”.
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Quiere difundir lo que ha hecho la mujer en este sector de una forma más latente y que las niñas el sueñen con ser astronautas; pero que las mujeres ya astronautas se reconozcan parte de una red de apoyo y también compañeras para impulsar más investigaciones en el sector espacial mexicano y, a su vez, también el trabajo colaborativo de hombres y mujeres crezca.
En diciembre del año pasado realizaron el primer encuentro de Mujeres en el Espacio para dar a conocer su participación en la exploración espacial internacional, incluyendo el Apolo 11, Artemisa, Space X, entre otros.
“Fue el primer acercamiento aquí en el Estado de México y a pesar de que no hay tanta gente interesada en este sector hubo muy buena respuesta con una asistencia de 70 personas cuando esperaba como 30. Fue algo increíble”.
Y celebró que 45 de las asistentes estuvieron interesadas en registrarse para conocer futuras actividades y oportunidades; con esta red, su objetivo es, no solo difundir lo que las mujeres han hecho y continúan haciendo, sino también acercarse con la Secretaría de la Mujer y otras organizaciones “para darles a conocer en primera instancia que pueden ser científicas, astronautas”.
Que mujeres astronautas inspiren a niñas y otras mujeres, “y poder mandar a una mujer mexicana al espacio, de aquí pueden salir muchos frutos grandes”; hasta ahora, la red está conformada por cinco mujeres jóvenes que ya participan en actividades del sector espacial, de Veracruz, Puebla, Durango y dos del Estado de México.
Edición: Laura Espejo
