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Caminantes hacia el encuentro revive Primer Congreso Feminista de 1916

A 106 años del evento histórico, recorren la lucha de mujeres para exigir sus derechos
Foto: Cecilia Abreu

El Parque de La Mejorada es el punto de partida de Caminantes hacia el Encuentro, en donde las y los espectadores toman una difícil decisión, conocer la perspectiva de una escritora liberal, una profesora propagandista o una obrera sindical.

En los tres casos, el camino va lleno de memorias y referencias de aquellos días de 1916, donde las mujeres estaban unidas para luchar y levantar muy fuertemente sus voces para exigir los mismos derechos que los hombres ya gozaban.

Antes de partir cada mujer con su comitiva por rumbo propio, juntas, cuestionan el monumento instaurado en el parque en honor a los llamados “Niños Héroes”, recordaron que, en ese mismo barrio estuvieron la revista Siempreviva, la Escuela de Niñas y el Instituto Literario dirigido por Rita Cetina Gutiérrez.

Sustentando el barrio de Mejorada con una historia feminista, cuestionan por qué entonces hay un monumento a un hecho histórico sin evidencia (Los Niños Héroes) y no lo hay para las mujeres, “¿en qué momento decidieron construir el monumento de un mito y se olvidaron de nosotras”.

Pasando por el edificio donde estuvo la Escuela Pública para Niñas, misma que cerró sus puertas en 1886, la escritora liberal del performance, lamentó que no hubiera ni siquiera un cartel que recordara aquel hecho histórico que lograron las mujeres de aquellos años.

Encontrándose la escritora liberal y la obrera sindical, platicaban sobre sus aspiraciones y deseos del Primer Congreso Feminista, donde una expresaba su interés por la educación sexual para las mujeres y la otra por los derechos laborales, cuando la profesora propagandista llegó con su comitiva gritando consignas para exigir educación para todas.

Tomaron rumbo hacia el ahora conocido como “el Parque de la Madre”, donde al encontrarse con el monumento a la maternidad externaron su inconformidad la escritora y la obrera, señalando que este tipo de imposiciones de los gobiernos provocan jornadas dobles de trabajo, una de ellas sin paga ni reconocimiento; mientras que la profesora se mostró consternada, discutieron el tema y entendieron sus diversas perspectivas.

Así, esto, es un recordatorio de la diversidad de opiniones y discusiones que se vivieron en el Primer Congreso Feminista inaugurado, señaló Liliana Hernández, fundadora de Corriendo con Lobas y directora de Caminantes hacia el Encuentro.

Un día como hoy, 13 de enero, pero de 1916, comenzó el congreso, “para nosotras significa mucho poder hacer este encuentro […] tiene que estar presente la memoria en nuestros cuerpos y también en el espacio público”.

Ahora, al cumplir 106 años, expresa que Caminantes, desde su surgimiento el año pasado, nació para conmemorar y reactivarse cada año “para dejarnos afectar de una manera distinta porque la sociedad no es la misma, nosotras no somos las mismas, la ciudad no es la misma”.

Es así que el recorrido cuenta con los puntos estratégicos, algunos de ellos ya mencionados, como una manifestación de reconocimiento a ciertos espacios públicos con carga histórica y lucha política, “y que también nos demos cuenta de que hubieron muchas mujeres procurando una sociedad más justa, equitativa, igualitaria”.

Aunque destaca que el objetivo no es idealizar el congreso, sí es recordar que las mujeres de ese entonces tenían muchas posturas que dialogaron y discutieron, como tiene que ocurrir para conocerse, “aunque tengamos distintos puntos de partida la intención es encontrarnos en esta lucha que es compartida".

Desde su visión es urgente eliminar la idea de que ciertas personas, ciertos cuerpos merecen más que otros y encontrar la riqueza en la diversidad, por lo cual con el feminismo interseccional encuentra una forma de conjugar posturas y enriquecer la lucha.

13, 14, 15 y 16 fue el congreso en 1916 y sus caminatas ahora, por lo cual considera muy especial este año; “nos revitaliza y emociona porque no enfatizamos a una figura, sino que la idea es hablar de aquellas mujeres que igual y sus nombres no fueron reconocidos […] muchas estuvieron caminando, muchas hicimos posible todo esto y muchas el congreso”.

 

Edición: Laura Espejo