En una entidad donde en promedio al día se registran 8.8 llamadas de emergencia al 911 por incidentes de violencia de pareja y 7.5 solicitudes de auxilio por violencia contra la mujer diariamente, la Fiscalía General del estado de Yucatán (FGE) juega un importante papel para consolidar las denuncias que representen la protección para las víctimas.
Sin embargo, el proceso para acceder a la justicia es lento y desalentador. Todo comienza desde la llegada a la FGE, donde la espera puede prolongarse varias horas para poder declarar ante el Ministerio Público.
Tras sufrir una agresión por parte de su ex novio, una víctima acudió a la Fiscalía Investigadora ubicada en la colonia Cordemex, en Mérida, el pasado viernes 15 de abril y se encontró con las puertas cerradas.
“Uy no, es Viernes Santo, quién sabe si alguien llegue y a qué hora”, comentó un policía estatal que se encontraba en las inmediaciones con otros compañeros.
Eran aproximadamente las 8 de la mañana y no había ni una persona al interior de las instalaciones. A través de la puerta de cristal no se observaba ningún movimiento y aunque tocó, nadie salió.
No había un guardia o un letrero que indicara que por ser día festivo la Fiscalía no daría servicio, de hecho, algunos anuncios decían que hay atención las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Tras esperar al menos un hora nadie llegó y esa fue la primera vez que la víctima pensó en desistir de su intento de denuncia. Sin embargo, recordar que el hombre que la ahorcó en dos ocasiones demostró tener la intención de matarla la llevo a un segundo intento al día siguiente.
En el Centro de Justicia para Mujeres de la FGE fueron al menos cuatro horas de trámite con la suerte de que era sábado y no había ninguna persona presentando denuncia.
Una vez culminada la declaración, la responsable del Ministerio Público aprobó algunas medidas de protección contempladas en el Código Nacional de Procedimientos Penales y en la Ley General de Acceso para la Mujer a una Vida Libre de Violencia del Estado de Yucatán, entre las cuales se acuerda que el agresor será notificado para que no pueda buscar por ningún medio a la víctima y se determina la realización de rondines policíacos en el domicilio de la denunciante.
En esta parte del proceso se le notifica a la víctima que la primera comparecencia para la investigación de los hechos será el 25 de mayo, es decir mes y medio después de la denuncia. Mes y medio donde las medidas de protección que involucran al responsable sólo serán válidas si es notificado personalmente.
Para lograr la notificación, la víctima informa sobre la dirección completa del agresor, características del domicilio y otras referencias, como negocios aledaños, para que no quede duda del lugar donde los encargados de notificar deberán buscar.
Sin embargo, más de 12 horas después de la denuncia, en el Centro de Justicia para Mujeres le informan que no pudieron notificar al señalado porque quien llevó el documento no encontró el domicilio y al preguntar a los vecinos nadie lo conocía.
Esto quiere decir que la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima y la prohibición de realizar conductas de intimidación o molestia a la denunciante se encuentran sin efecto.
“Por ahora sólo podemos garantizar los rondines policiacos en tanto se haría un segundo intento por localizar a la persona señalada. Puede llamar el miércoles para ver qué procede”, dice la voz del Centro de Justicia para Mujeres.
La víctima reporta que a 48 horas de haber colocado la denuncia ningún elemento de la Secretaría de Seguridad Pública se ha presentado a informar sobre los rondines y no ha logrado ver una patrulla en las inmediaciones de su domicilio.
La incertidumbre y la espera le hacen pensar que sigue siendo vulnerable, que no está protegida y que tal vez la sanción para el hombre que la amenazó de muerte no llegará.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante los primeros dos meses de este 2022, en Yucatán se han recibido 528 llamadas al 911 por incidentes de violencia de pareja y 453 por incidentes relacionados con violencia contra la mujer.
El delito no ha sido tipificado, la carpeta de investigación no ha comenzado a ser integrada, pero la víctima asegura que es intento de feminicidio.
“¿De qué otra forma se le puede llamar al acto de un hombre contra una mujer en el que la estrangula con toda su fuerza con ambas manos, la libera y al temer por una denuncia dice ‘si de todas formas iré a la cárcel, mejor termino lo que empecé’ y vuelve a intentar que su ex pareja deje de respirar?”, comenta.
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