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Mujeres toman Paseo de Montejo por la eliminación de la violencia de género

Madres dan su testimonio en casos de sus hijas para sensibilizar y pedir justicia
Foto: Facebook @IgualdadSustantivaYucatan

Este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, 25 de noviembre, un estimado de 150 mujeres tomaron Paseo de Montejo para visibilizar las violencias que viven, así como acompañar a familiares de víctimas de feminicidio.

Desde las 18 horas, las mujeres comenzaron a congregarse en el Monumento a la Bandera, punto de partida para la marcha que tomó rumbo hacia el Remate de Paseo de Montejo luego de que, con megáfono en mano, denunciaran las violencias que han vivido.

Estuvo presente para recordar a su hija, Emma Gabriela Molina Canto, doña Ligia Canto, quien sensibilizó sobre el impacto que la violencia feminicida tiene sobre las familias y, en particular, sobre las infancias cuando la víctima era madre, como lo fue en el caso de su hija.

Luego de su testimonio y otros que contribuyeron para visibilizar que la violencia de género continúa en diversos espacios, hicieron un performance y, al finalizar, las manifestantes tomaron rumbo gritando consignas como “señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, “mujer, escucha, esta es tu lucha”, “tranquila, hermana, aquí está tu manada”, entre muchas otras.

Protegiendo que el espacio fuera seguro y exclusivo para mujeres, se apropiaron de Paseo de Montejo hasta llegar al Remate, en donde está la Antimonumenta Feminista que instalaron el año pasado, precisamente en esta fecha: 25N.

Una vez en la Antimonumenta, las mujeres nuevamente abrieron espacio para denuncias, allí, estuvo presente Lizbeth Martín Esquiliano, madre de Fernanda Gual Martín, quien fue víctima de feminicidio en el 2020 y no solamente concientizó sobre la lucha en contra de la violencia de género y lo vivido por su hija, sino que también reconoció su admiración a la fuerza de doña Ligia Canto por continuar en la búsqueda del acceso a la justicia para su hija.

La exigencia fue clara: quieren vivir libres y sin miedo.

Edición: Emilio Gómez