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Ilustradora crea ‘Los monstruos del patriarcado’ para exhibir la violencia hacia la mujer

Los más terribles son los reales y son con los que convivimos a diario: Viridiana Montiel
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Foto: @vi_rito

 

“Los ilustré como monstruos de ficción, pero los monstruos más terribles son los reales y son con los que convivimos a diario”, afirma la diseñadora mexicana Viridiana Montiel, autora del proyecto “Los monstruos del patriarcado”, en el que a través de ilustraciones de personajes conocidos del terror, exhibe los diferentes tipos de violencia con los que viven la mujeres a diario.

El novio dementor es ese que “roba nuestra energía, nuestra alegría y nuestra seguridad”, así describe Viridiana a este monstruo. “Acabemos con la idea patriarcal de que debemos agradar y cambiar nuestros cuerpos por alguien”. 

 

El Jurassic-Pack hace conciencia sobre la difusión de material íntimo; el Frankenslighter representa a quienes desacreditan al otro, con frases como “estás loca”, “eres una exagerada”; La mano peluda del metro representa la violencia sexual en el transporte público.

 

 

A través de estos personajes, inspirados en experiencias de su autora y otras mujeres, la ilustradora plasma aquellas formas de violencia “sutiles” que han sido normalizadas en la cotidianidad, hasta llegar a temas como el feminicidio. “Cada monstruo tiene su nivel de complejidad y algunos parecen que alimentan a otros; todos tienen su nivel de terror. Y ninguno debería de existir”, explica la integrante del proyecto del Instituto de Estudios Sobre Desigualdad, A.C., Gatitos contra la desigualdad.

 

Los más aterradores

Para Viridiana, Jack el Feminicida es el monstruo más aterrador, “es un monstruo que enfrentamos aquí en México con mucho terror porque las cifras siguen aumentando y cada vez son más los feminicidios que se cometen al día”. 

 

El Payaso pederasta es otro personaje igualmente aterrador, ya que representa el daño que sufren los menores de edad al ser víctimas de violencia sexual. En la serie de ilustraciones, se muestra al payaso, en un entorno de fiesta, acercándose sigilosamente detrás de una madre que carga a su hijo en brazos.

 

Sobrevivir a los monstruos

“Tenemos que confrontar a estos monstruos o sobrevivirlos, y algunas mujeres no lo logran, desgraciadamente”, refiere la diseñadora, quien colabora para la organización feminista Fondo Semillas.

Ideas machistas han llevado a las mujeres a tener que confrontar y sobrellevar la violencia, sentencia Viridiana. “Es difícil porque para muchas de ellas son monstruos con los que viven diariamente y tienen miedo de confrontarlos por miedo a su propia vida; incluso, hay algunas mujeres que no han sabido identificarlos, pero sí los sufren”. 

Con miedo, es como se enfrenta una mujer a estos monstruos, lamenta Viridiana, y para erradicarlos hay que reconocerlos, refiere. “Las mujeres aprenden a vivir con ellos: sufriéndolos. Aprendemos a sobrellevarlos, cuando tendríamos que estar educando a que no existan ese tipo de personas”.

Informarse es “vital” para confrontarlos, reafirma, así como formar colectivos entre mujeres y amigas. “Hay muchos campos de batalla” para cambiar, y es importante educar a los niños para hablarles sobre “los estereotipos de género y las violencias que desde chicos y chicas aprendemos, para que de grandes se dejen de normalizar”. 

Visibilizar a quienes violentan

Con este proyecto, la diseñadora egresada de la FES Acatlán de la UNAM busca visibilizar a quienes violentan, “es común ver las cifras y nombres de mujeres violentadas y asesinadas, pero no se nombra a quien lo comete”; y a la vez, asegura, su creación ha sido una “catarsis” de algunos eventos de violencia a lo largo de su vida.

El humor, entrecomillado, es uno de los recursos de los que se vale para abordar la violencia, recurriendo siempre a la empatía. Su intención es mostrar que “el feminismo no es que estemos enojadas todo el tiempo con los hombres, sino es mucho más, buscamos la justicia”.

“Los monstruos del patriarcado”, proyecto que surge en septiembre de este año, visibiliza las distintas formas de violencia para que las mujeres puedan distinguirlas y confrontarlas; mientras que para los hombres, resulta un medio para identificarse y detectar si han normalizado o ejercido actos violentos.

Para superar la violencia “toca desaprender y construir nuevas formas de vivir nuestro género”.