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Mujeres, sin tiempo para ellas, por sobrecarga de tareas

Roles de género le asignan la mayor responsabilidad en las labores domésticas
Foto: Fernando Eloy

Desde finales de marzo, niños, adolescentes y sobre todo madres de familia han tenido que adaptarse a un modelo de enseñanza y trabajo a distancia. Muchas mujeres experimentan en consecuencia una carga mayor de tareas en el hogar: actividades laborales, cuidado y apoyo a la enseñanza de los hijos, además del cuidado de adultos mayores o enfermos y estrés condicionado por el factor pandemia.  

“Básicamente desde que empezó la pandemia no tengo tiempo para cosas como hacer ejercicio, tengo que ocuparme de los niños, de su tarea y sus clases, lo que obviamente me impide salir a hacer otra cosa porque deben estar conectados. Tengo que estar pendiente de la limpieza de la casa, preparar la comida, atender el trabajo, hacer despensa y pagos, no paro en toda la semana y el peso es mayor si mi esposo no tiene posibilidad de dejar de acudir a su oficina”, comenta Monserrath Moreno, de 36 años.

Como ella, muchas mujeres en el país realizan trabajo no remunerado o labores domésticas muy por encima de las que hacen los varones. De acuerdo con cifras de la Encuesta Intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2015, las mujeres de más de 12 años en Quintana Roo invierten en promedio 49.42 horas a la semana en trabajo no remunerado o labores domésticas, en tanto que los varones sólo destinan 19.77 horas por semana, habiendo una brecha de 29.64.  

La misma encuesta apunta que el promedio de horas semanales de trabajo no remunerado para el cuidado de menores de 14 años es superior en las mujeres, quienes dedican 53.17 horas, mientras que los varones no llegan a cubrir ni el 50 por ciento de esa cifra, pues sólo destinan 25.33 horas a esa labor, es decir, 27.83 menos.  

A la atención de personas enfermas, con alguna discapacidad o mayores de 60 años en promedio las mujeres gastan 34.40 horas a la semana, mientras que los hombres disponen de 22.24 horas.

Erika Cornelio Ramos, presidente del Instituto de Empoderamiento y Liderazgo Zazil Ha A.C., consideró que estos aspectos obstaculizan el desarrollo pleno de las féminas en otras actividades que les interesan, como incluso hacer incidencia en espacios políticos o simplemente tener espacios de ocio.

“Gran parte de su tiempo lo dedican al cuidado, no es un tema de ahorita, es de siempre, pero en tiempos de pandemia se ha exponenciado. Si ya de por sí nos dedicábamos al cuidado de todo mundo, ahora al estar confinadas la mayor responsabilidad está en nuestras casas”, expresó.

Cornelio Ramos agregó además que los roles de género establecidos generan esa sobrecarga en las responsabilidades de las mujeres, como el que deban encargarse de la educación de los menores.  

“Es un gran reto, porque incluso incentiva que las mujeres al estar confinadas dediquen menos tiempo a ellas mismas, a la independencia, autonomía e incluso al autocuidado; viven una violencia porque no tienen condiciones dignas, violenta el estado emocional, físico y de salud, y a ello súmale la violencia física que se exponencia en confinamiento”, afirmó.  

Cornelio Ramos agregó que, bajo estas circunstancias, las mujeres viven violencia emocional, física e incluso institucional y simbólica, porque el Estado no genera estrategias en términos educativos que les permitan no tener la carga total de la educación.

“Las mujeres trabajan y al mismo tiempo educan y cuidan. Es difícil tener un momento de ocio con todas estas cargas”, concluyó. 

Edición: Ana Ordaz