Al advertir que no levantarán el plantón que mantienen en el Congreso de Quintana Roo hasta que se analice y dictamine la despenalización del aborto y pase a pleno para ser votado por diputadas y diputados, la Red Feminista Quintanarroense también se refirió a la protesta a la que ha convocado la diócesis de Cancún-Chetumal el próximo 8 de diciembre, lo que consideraron como una confrontación.
Para las activistas, dicha protesta tiene como objetivo crear una confrontación, por lo cual solicitan al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), Gustavo Miranda García, que cumpla con las medidas precautorias y cautelares emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) al temer por su integridad física y sicológica.
En rueda de prensa realizada la tarde de este jueves, aclararon que quienes convocan de ninguna manera son sus “adversarios”, pero que el afán de ellas es que se respete el Estado de derecho. También aclararon que no pretenden coartar el derecho de cada diputado o diputada de votar a favor o en contra de cualquiera de las iniciativas presentadas, “eso la historia se los demandará”, pues su forma de conducirse ha sido a través del diálogo y la protesta pacífica. “No somos delincuentes, somos defensoras de derechos humanos”, acotaron.
Consideraron que al haber designado una sede alterna la Legislatura incumple con la Ley Orgánica, que en el artículo quinto señala que “la Legislatura podrá designar recinto oficial distinto para celebrar sesiones que por su carácter y en forma excepcional requieran realizarse transitoriamente en otro lugar, acordando preferentemente llevar a cabo las sesiones en lugares públicos y abiertos, cuando por decreto así lo aprueben las dos terceras partes de la totalidad de los diputados que integran la Legislatura”.
Aclararon también que la única iniciativa vigente es la reforma al Código Penal presentada por el diputado José Luis Guillén, y que esperan que el citar a las cinco comisiones para su análisis el próximo 9 de noviembre sea para dotar la discusión de perspectiva de género y no con la intención de retrasar el proceso.
Edición: Elsa Torres
