Esta lunes el regreso a clases voluntario tuvo lugar en Yucatán, en el centro de su ciudad capital, en el Barrio de Santiago, vieron las puertas de la escuela Nicolás Bravo abiertas otra vez después de 18 meses, aunque las maestras que allí laboran señalaron que la mayor parte del alumnado está optando por continuar a distancia.
Los 18 salones que conforman la escuela recibieron al personal docente, aunque estuvieron mayormente vacíos, con la presencia ocasional de algún padre o madre de familia que acudió a informar a la institución de qué manera iría a la escuela su representado: a distancia o presencial.
La maestra Lucía Amaya, de segundo de primaria, externó que, aunque solamente uno de sus 19 estudiantes ha confirmado que regresará de forma presencial, aún tendrá que encontrar las estrategias y métodos de enseñanza que utilizará, puesto que no cuentan con Iinternet en su escuela, por lo cual dar clases virtuales sería imposible.
“Nos hubiera gustado que nos lo proporcionara el gobierno (el Internet)”, de ese modo, explica, podrían continuar con las clases a distancia con las y los alumnos como lo habían hecho el año pasado, aunque como personal estuvieran en la escuela.
“Nos vamos a tener que apegar a lo que hay, vamos a estar de 7 a 12 horas, en nuestro horario, pero no vamos a poder proporcionar ese servicio al alumno”, lamentó. La opción estipulada hasta ahora, apunta, es brindarle a madres y padres de familia el contenido para que sean ellos quienes les expliquen a los menores desde casa.
Será este miércoles cuando finalmente podrán tomar las decisiones con respecto a este curso porque ya tendrán conocimiento de cuántas niñas y niños estarán asistiendo a la escuela, explicó.
Expresó la disponibilidad por parte del personal docente, sin embargo, destacó la falta de recursos porque: “en nuestro gusto, hasta nos pusimos de cabeza con tal de que nuestros niños pongan atención (en las clases del año pasado), pero son recursos con los que no se cuentan (en la escuela), pero realmente no hay y todo esto sale del gasto del docente”.
También resaltó que el año pasado se vieron obligados a contratar mejores planes de servicio de Internet en sus hogares, ya que a varios colegas les resultaba insuficiente la velocidad para poder dar sus clases de forma óptima. Ahora padres, madres y docentes esperan que sea el gobierno el que dote del recurso a las escuelas.
De 350 padres y madres de familia, tan sólo 10 acudieron a apoyar con la limpieza de la escuela cuando les solicitaron, por ello, reconocen que no estarían brindando apoyo para pagar el Internet.
También tomaron el espacio para solicitar apoyo de las autoridades correspondientes para levantar un techo que tienen en la plaza cívica, pues con la tormenta tropical Grace se desplomó y ahora continúa en el suelo.
Marilyn, una de las madres de familia, optó por continuar con las clases a distancia para su hija de quinto de primaria “porque mi hija de por sí rápido se enferma” y encuentra riesgo desde el transporte, considerando que vive en Ciudad Caucel y solamente hay una ruta de camión; “se va a saturar el camión y la verdad no la quiero arriesgar”.
Reconoce que, si tuviera al menos una dosis de la vacuna su hija, podría considerar en tomar otra decisión, pero ahora prefiere proteger a su familia, pues su madre tiene problemas de tiroides y otras enfermedades.
Y, dándose cuenta del rezago educativo de su hija, prefirió explicarle por sí misma y complementar con regularización por medio de asesorías, manteniendo la esperanza de que sea una mejor herramienta que solamente continuar a distancia. “Va a ser algo nuevo, a ver cómo nos va, esperemos que bien”.
Edición: Ana Ordaz
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