Restaurantes botaneros, de comida tradicional, mariscos, entre otros alimentos, pidieron al gobierno del estado en Yucatán trabajar los fines de semana, aunque sea en un horario limitado, además de poder vender bebidas alcohólicas, pues, según afirmaron, son esenciales para el sector.
Los empresarios, en rueda de prensa en el restaurante El Mesón Yucateco, señalaron que la continencia sanitaria ha generado graves afectaciones, una baja en sus ventas de hasta 90 por ciento, y las restricciones a la movilidad dispuestas por las autoridades complican el panorama.
Aseguraron que cuentan con todas las medidas sanitarias que establecen las autoridades para garantizar la sana distancia, están consientes de sólo atender a un grupo reducido y han cerrado algunos accesos de sus negocios.
El jueves 16 de julio entraron en vigor las nuevas medias del gobierno estatal para prevenir contagios de COVID-19, donde se estableció que los restaurantes abrirán de lunes a viernes y cerrarán como máximo a las 10 de la noche; y sábados y domingos sólo podrán operar en la modalidad de servicio a domicilio, para llevar o mediante plataformas.
Edgar Manuel Miranda Morales, del Mesón Yucateco, dijo que este es un “grito de ayuda” para que los restaurantes tengan la oportunidad de vender los sábados y domingos. “Tenemos en cuenta que está la enfermedad, pero tenemos todos los protocolos, gel antibacterial, sanitizantes, pistolas para la temperatura, la sana distancia. Podemos dar un servicio sano”, manifestó.
Destacó que el turismo conoce al estado por sus restaurantes botaneros, la comida tradicional que venden y los mariscos, pero hizo hincapié en que estos alimentos deben ir “acompañados de una cerveza”, por lo que pidió que la ley seca no aplique para este giro.
“Hoy en día se nos hace difícil poder costear la luz, el agua, los sueldos, las prestaciones, necesitamos trabajar y vender”, agregó.
Geny Falla Alcocer, conocida por haber participado en el popular concurso de cocina Master Chef, habló en representación de los meseros, cocineros, y garroteros, indicando que es necesario que los negocios puedan operar los sábados y domingos pues de eso dependen muchos empelados y proveedores en los mercados. “Para que puedan sobrevivir”
“Nos vamos a morir por la pandemia o nos vamos a morir de hambre”, indicó la chef.
Manuel Herrera, gerente del Nuevo Oasis, precisó que lo único que piden es trabajar, y afirmó que los negocios cuentan con todas las medidas de salud que exige el gobierno, han invertido en eso para que los comensales estén seguros y cómodos.
En su caso, al Nuevo Oasis la pandemia le ha impactado severamente, las ventas han caído hasta en 90 por ciento y de ser 15 empleados, ahora sólo son cinco.
Edición: Emilio Gómez
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