Hilaria Maas Collí, reconocida por su labor como investigadora con más de 30 publicaciones que han contribuido a la defensa de la cultura y los derechos del pueblo maya yucateco, falleció el pasado 20 de marzo.
Licenciada en Antropología Social por la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, desde 1979 se desempeñaba como profesora investigadora en la unidad de ciencias sociales de la Universidad.
También te puede interesar: Kíim Hilaria Maas Collí, k’a’anan x-xak’al xook yóok’lal maaya miatsil
Nació en Huhí en 1941, en el seno de una familia maya. Su padre se dedicaba al cultivo de la milpa y su madre a las labores del hogar, pero se vieron obligados a dejarla con su abuela materna cuando apenas era una bebé debido a la escasez de maíz que laceraba a Yucatán por esos años.
En sus primeros siete años de vida, lo único que escuchó y habló fue la lengua maya hasta que ingresó a la primaria, donde comenzó a aprender el español.
En febrero de 1960 emigró a Mérida en donde retomó su formación primaria, secundaria y preparatoria. Como catequista, Hilaria se percató de la necesidad de estudiar antropología para desempeñar su labor misional
Fue autora de ocho libros. Sus cuentos mayas yucatecos han sido editados y reimpresos en dos ocasiones. También sus tres libros de lengua maya han sido reimpresos en 23 ocasiones.
En el marco de la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán (Filey) 2019, la Maas Collí recibió un reconocimiento por su trayectoria académica y su labor como promotora de la cultura maya, religión y tradiciones orales mayas, así como en la investigación y la enseñanza de esta lengua materna.
En 2020, la investigadora recibió la medalla Silvio Zavala a la cultura y las artes que otorga el Ayuntamiento de Mérida por su entrega como docente.
Edición: Ana Ordaz
Subrayó que la reducción de la jornada será parte de una reforma laboral consensuada con empleadores, empleadoras, sindicatos y trabajadores
La Jornada
Mujeres son fundamentales en el desarrollo de fármacos: Lena Ruiz
La Jornada
Juan José Pacho, impresionado con el Kukulcán; “luce monumental”
Antonio Bargas Cicero