La obra de Castro Pacheco se fijó en lo indígena: Coronel Rivero

Juan Manuel Contreras
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 19 de enero, 2018

“El más grande pintor yucateco de todos los tiempos y el más yucateco de todos los pintores”, es como calificó el periodista y poeta Antonio Mediz Bolio, al extinto artista plástico Fernando Castro Pacheco, cuyo legado; aún a casi 100 años de su natalicio, sigue vigente y es fuente de inspiración para gran cantidad de creadores de la república y del mundo.

Desde sus primeros dibujos, acuarelas y aguadas, pasando por su trabajo plástico ligado a la Escuela Mexicana de Pintura y Escultura, Castro Pacheco se ha consolidado como un referente de la pintura, al plasmar paisajes y escenas medularmente yucatecas, buscando cuestionar el orden político y social de su época.

Como parte del ciclo de conferencias Legado y Permanencia de Tres Pintores Yucatecos, organizado por el Museo Fernando García Ponce-MACAY, en el marco de su programa mensual Punto de Encuentro, se llevó a cabo un conversatorio en el que tres intelectuales del ámbito artístico impartieron una conferencia para reflexionar acerca de la relevancia de la obra de Fernando Castro Pacheco.

Jorge Cortés Ancona, jefe del departamento de fomento literario y promoción editorial del gobierno del estado, Miguel Ángel Martínez de la Fuente, diseñador editorial; y el curador de arte Juan Rafael Coronel Rivera, entablaron un diálogo en torno a la vida y obra de Castro Pacheco, haciendo referencia a sus pinturas y al contexto socio histórico en el que estas se desarrollan.

Según Cortés Ancona, la especificidad de lo indígena representado en la obra del artista, es producto de la época en la que vivió; una época de plena efervescencia política y social durante los años 30, cuando los alumnos aún entonaban La Internacional en las escuelas, y la hoz y el martillo ondeaban a la par de la bandera mexicana.

“La complejidad de su perspectiva, la dilución del fondo y una escena trágica como un campesino maya crucificado en un henequén, son temas recurrentes en la obra de Castro Pacheco. Sus murales -muchos de ellos adornando el palacio de gobierno-, son reflejo de la revolución cultural que Carrillo Puerto propició en el estado”, dijo.

Por su parte, Coronel Rivera, dividió su intervención en dos segmentos; el primero lo dedicó a hablar del entorno estético del arte nacional, sus raíces y los cambios paradigmáticos que han acontecido desde la idealización de lo mexicano, en donde principalmente aparecen dos figuras: la tehuana por parte de la cultura oaxaqueña; y mestiza perteneciente a la maya.

El segundo segmento de su plática, lo dedicó al análisis del vínculo que Castro Pacheco estableció con otros artistas que trabajaron sobre temas similares, tratando de llevar lo indígena, y específicamente lo yucateco a las artes plásticas.

“La belleza en el arte responde a cánones grecorromanos, Fernando Castro Pacheco, deja de seguir esa tendencia para fijarse en lo indígena; rompe con una visión con cinco siglos de arraigo y se propone una idea distinta de belleza, eso me parece fundamental en su obra”, explicó.

Finalmente, Martínez de la Fuente platicó sobre sus anécdotas con el artista, a quien conoció en el Museo Palacio Cantón, y forjaron una amistad basada principalmente en el cariño y el respeto.