Actividad humana, posible causa de socavones en Chacambacab

Texto y foto: Joana Maldonado
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Viernes 24 de agosto, 2018

Académicos e investigadores del Colegio de la Frontera (Ecosur), sostienen la posibilidad de que la deforestación del área cercana y la extracción de agua de la Laguna de Chacambacab, haya acelerado el proceso natural de rompimiento que se da en el suelo de la península de Yucatán que está asentado en un sistema kárstico, y que generó la formación de al menos cuatro socavones que vaciaron parcialmente el cuerpo lagunar.

En conferencia de prensa, investigadores del Ecosur explicaron lo ocurrido en la Laguna Chacambacab a unos días de que ocurriera este hecho insólito en el ejido Laguna Om de la comunidad de Nicolás Bravo, municipio de Othón P. Blanco.

La actividad humana pudo ser un factor de aceleración de los procesos de infiltración del agua y por tanto erosión. Sin embargo el hecho es sólo una teoría, ya que para comprobarlo se requieren estudios del subsuelo, indicó Manuel Elías Gutiérrez, investigador de Ecosur.

“Pero es algo que no hemos comprobado, pero todo mundo es perfectamente consciente de que si nosotros tumbamos la selva y hacemos ese tipo de cosas, incrementa la erosión, no sólo a nivel superficial, sino también por debajo y la infiltración, porque al no haber plantas que aprovechen en toda esa enorme cantidad de agua, el agua se acumula y va a erosionar más rápidamente y posiblemente ocasione que estos fenómenos”, precisó.

Regularmente este proceso natural, acotó, toma entre 10 y 20 mil años, que geológicamente representa un tiempo corto, sin embargo destacó que “el problema a nivel mundial es que se ha acelerado”.

El investigador indicó que habrá que observar y ver el proceso de recuperación que se dé de manera natural y reiteró que no será necesaria la intervención humana para ello, “eso nos permite abrir los ojos y si el fenómeno se vuelve a repetir hay que estar atentos en lo que pueda pasar en el futuro”, acotó.

Por su parte, Gerald Islebe, investigador de Ecosur con especialidad en biogeografía, conservación y cambio climático, recordó que en un recorrido reciente por la zona lagunar puede establecer que se trata de un fenómeno natural en una zona en la que es común la presencia de ríos subterráneos.

“Es un fenómeno natural por la naturaleza kárstica y los carbonatos que nacen en el subsuelo, hay ríos subterráneos que no vemos pero ahí están y con el tiempo hay un desgaste del proceso físico-químico normal y el agua siempre busca el camino más fácil por donde ir, entonces con el tiempo el material se debilita y sin mayor aviso físico colapsa, y lo vemos en los cenotes en Yucatán, ocurrido en otros sitios”.

Sin embargo coincidió con su colega, en que este proceso natural puede acelerarse por actividades humanas como la deforestación que afecta la hidrología además de la perforación de pozos profundos, por ser sedimentos lagunares, las hondas expansivas que en el momento de pasar a los pozos, transitan por el sedimento y se crea un reacomodo del flujo de agua, “aunque es un proceso natural, las actividades agrícolas intensivas, pueden favorecer ese tipo de eventos, no hemos hecho estudios, pero hay que considerarlo”.

[b]Se empieza a rellenar[/b]

El especialista mencionó que la laguna está rodeada de una sabana inundada, con una afectación del 30 por ciento en el nivel del agua y que el agua sólo se fue por completo en el sur. En su recorrido reciente, a dos días de que ocurriera el hecho pudo notar que el socavón mayor ya se rellenó otra vez.

“Ese socavón va a estar muy dinámico y hay que monitorear”.

Aseguró que la Laguna no volverá a la normalidad como estaba pero que sí podrá aumentar nivel del agua aunque pueden haber otros hundimientos y el agua bajar de nuevo, pero acotó que es un proceso muy difícil de predecir.