Cuidado de especies en peligro de extinción, cuestión de educación

Rosario Ruiz
La Jornada Maya

Cancún/Playa del Carmen, Quintana Roo
Miércoles 18 de septiembre, 2019

El cuidado de las especies en peligro de extinción, como el caso del manatí, empieza desde el hogar, señaló Helen Manzano Carrillo, encargada del departamento de Educación de Dolphin Discovery Isla Mujeres.

En esto concuerda Paula Lomán, coordinadora de educación ambiental en Dolphin Discovery Puerto Aventuras, para quien el manatí "es un equilibrador ecológico y también se le llama una especie sombrilla, porque el manatí protege especies muy delicadas como el manglar, entonces si se protege al manatí cuidas a todo el ecosistema entero".

Esta especie tan frágil sólo habita en tres regiones del país, entre éstas la costa caribeña y el río Hondo de Quintana Roo. Es el único mamífero marino herbívoro del mundo y está en peligro de extinción, pues figura en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en la de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).

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Foto: Afp

Para Helen Manzano Carrillo "hacer conciencia no es difícil; darle seguimiento o hacer algo que impacte en los niños es el reto", por lo que llamó a los papás a fomentar la concienciación entre los menores. La meta, destacó, es hacer entender a los adultos la importancia de cuidar y preservar al manatí, "promover que particularmente los niños y jóvenes aprendan más de la importancia y valor que tiene esa especie en nuestra cultura y el medio ambiente, y que se comprometan con la conservación de especies en peligro de extinción en general".

"Decimos que no puede amarse lo que no conocemos; entonces, el hecho de que los niños vengan y los conozcan, y los puedan tocar, es lo determinante para que ellos salgan de aquí y hagan su compromiso de cuidarlos porque son animales que están en vías de extinción. Somos privilegiados de poderlos tenerlos y cuidarlos", manifestó.

Al ser este un modelo de educación de réplica, desafortunadamente no siempre llegar a cumplirse, pues los especialistas hacen su trabajo pero sin la ayuda de los papás, al fomentar esos valores desde casa en los niños, lo truncan: "al final es parte de todos, es un trabajo en equipo".

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Foto: USFWS

[b]Alertan sobre su cuidado[/b]

Paula Lomán recordó que "el Día Internacional del Manatí es una celebración que inició por un problema del cambio climático, ya que hace 19 años hubo un varamiento masivo de 19 ejemplares en Chiapas; quedaron varados porque descendió mucho el río, entonces esa fecha es para conmemorar todos los esfuerzos que realizaron tanto del gobierno como empresas civiles que participaron en el rescate".

Añadió que conforme va pasando el tiempo más países forman parte de esta celebración, que tiene su día oficial el 7 de septiembre, aunque todo el mes es considerado como el "mes del manatí". Fue a partir de 1991 cuando fue declarada una especie protegida.

Entre las principales amenazas para la especie, que en la antigüedad fue confundida por los marineros con sirenas, están la captura incidental y colisión con embarcaciones, enfermedades infecciosas y parasitarias, varamientos por desecación de lagunas, pérdida, degradación y fragmentación del hábitat y caza para aprovechamiento de su carne.

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Foto: Rosario Ruiz

Siendo que en México hay pocos sitios en donde habita esta especie, la importancia del cuidado del manatí en Quintana Roo es vital, porque en esta entidad está la mayor cantidad de ejemplares, hay alrededor de 200 a 300 en la bahía de Chetumal, que a partir de 1996 fue considerada como un santuario para el manatí y es el área en donde hay la mayor concentración.

Para la especialista "es complicado el avistamiento, entonces estamos tratando de innovar las maneras de contar a esta especie, porque en pocos lugares las aguas son cristalinas como acá en Quintana Roo".

"La mayoría de los manatí están libres, pero sí es importante esta población que tenemos bajo el cuidado humano, porque las investigaciones que hacemos han ayudado a la práctica en campo", resaltó.

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Foto: USFWS

Para tener variedad genética los delfinarios de Quintana Roo hicieron un intercambio, que fue el de [i]Romeo[/i], un manatí quintanarroense que se fue a Veracruz y aquí llegó [i]Pablo[/i], un ejemplar veracruzano que logró una nueva camada de crías.

Recordó que "la principal acción es la educación ambiental, porque no podemos respetar algo que no conocemos, entonces es diferente cuando la gente viene y los toca, cosa que no se puede hacer en vida silvestre, ya que comen basura, hay embarcaciones que les pegan y lastiman, hay destrucción del hábitat, ahí es en donde estamos apostando a la información que le damos a los visitantes sobre el cuidado de todas las especies".

El manatí llega a vivir 60 años en cautiverio, "pero desafortunadamente se interponen en su camino la devastación y contaminación de su hábitat".