Texto y foto: Afp
La Jornada Maya

Manaos, Brasil
Martes 19 de mayo, 2020

Un grupo de indígenas sateré mawé surca la Amazonía brasileña en una lancha a motor en busca de plantas medicinales para combatir los síntomas del nuevo coronavirus.

Con el sistema de salud del estado de Amazonas saturado y dificultades burocráticas para obtener atención médica en la capital Manaos, los indígenas de la aldea Waikiru recurren a sus conocimientos ancestrales sobre la naturaleza para mantenerse saludables y tratar posibles síntomas de la COVID-19.

"Hemos tratado todos los síntomas que hemos sentido con nuestros propios remedios caseros, según nos han ido enseñando nuestros antepasados", cuenta a la [i]AFP[/i] el líder André Sateré Mawé, que vive junto a unas 15 familias en esta aldea, ubicada en una zona rural de Manaos y a donde se llega por una calle asfaltada.

"Cada uno, con un poco de conocimiento, fue juntando los remedios y los fuimos probando, usando cada remedio para combatir un síntoma de la enfermedad", explica.

Las recetas incluyen infusiones con cáscara de carapanaúba (árbol con propiedades antiinflamatorias), de saracuramirá (utilizado popularmente en el tratamiento de la malaria) y té con ingredientes menos exóticos como jambú, ajo, limón, cáscara de mango, menta, jengibre y miel.

La artesana Valda Ferreira de Souza, de 35 años, sospecha por sus síntomas que contrajo el nuevo coronavirus, aunque ninguno de los sateré mawé que viven en esta aldea fue examinado para confirmar el diagnóstico.

"El jarabe casero me alivió mucho. Me sentí con un poco de cansancio, parecía que me estaba tomando el pulmón, sentí falta de aire y tomé el jarabe", relata esta mujer.

[b]Consejos del abuelo[/b]

Rosivane Pereira da Silva, otra artesana de 40 años, ayuda a André a preparar los brebajes. Después de hervir los ingredientes, los reparten en pequeñas botellas o en recipientes más grandes, dependiendo de la infusión.

Rosivane acudió a su abuelo para saber qué ingredientes utilizar.

"Siempre converso con mi abuelo Marcos, tiene 93 años y sabe mucho de remedios. Fui a preguntarle cómo podría hacer", explica.

De acuerdo con la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai), del Ministerio de Salud, 23 indígenas murieron y 371 han contraído el nuevo coronavirus. Pero ese registro no incluye a los indígenas que viven en las ciudades.

La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), que creó un comité propio para vigilar la situación y sí incluye a los indígenas "urbanos" en su conteo, constató hasta el momento 102 muertes y 537 contagios en todo Brasil.

Responsables por la domesticación del guaraná -fruto que da origen a una bebida energizante muy popular en Brasil-, los sateré mawé son más de 13 mil y viven principalmente en la tierra indígena Andirá-Marau, en la frontera entre los estados de Amazonas y Pará.

Pero en las últimas décadas algunas familias se han establecido en los alrededores de Manaos.

Al haber dejado sus tierras originarias, quedan fuera de la cobertura de la Sesai y al mismo tiempo enfrentan dificultades burocráticas para ser atendidos en el sistema público dedicado a la población en general.

"Parece que están teniendo que elegir a quién atender y nos dejan sin atención", se queja André.

"Hemos aprendido a arreglárnosla por nuestra cuenta, hemos aprendido a luchar solos".

Edición: Ana Ordaz


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