Reuters y Afp
Foto: Afp
La Jornada Maya
Santiago, Chile
Domingo 8 de marzo, 2020
Con pañuelos verdes y morados, banderas contra la violencia, exigiendo derechos sexuales y políticos, más de un millón de chilenas inundaron el domingo las calles de Santiago y otras ciudades para conmemorar el Día de la Mujer y resaltar su participación en el estallido social que comenzó en octubre.
Cientos de miles de féminas, mucho más que un millón, marcharon hoy por las avenidas de Chile conmemorando en una puesta en escena que trasciende las reivindicaciones netamente de género y se conjuga con el cambio cultural que experimenta la sociedad chilena y las hondas reformas que se reclaman desde el estallido de octubre de 2019, dicen analistas.
Bajo el sol intenso del verano austral, una multitud de niñas, jóvenes, adultas y ancianas repletaban la principal avenida del centro de Santiago, en una manifestación que las organizadoras esperan que sea "histórica".
"Somos una generación de mujeres que gritó y despertó. Ya no tenemos miedo, nos atrevemos a hablar y a luchar", dijo Valentina Navarro, de 21 años, que iba con un grupo de amigas, todas con pañuelo verde al cuello, símbolo que popularizaron las argentinas por la legalización del aborto.
"Vinimos para reivindicar nuestras propias batallas, pero alentadas también por el estallido social, porque el movimiento feminista reavivó la revuelta", añadió la joven en referencia a la ola de protestas sociales que estalló en octubre y se reactivó hace unas semanas.
Grupos de mujeres replicaron durante la marcha del domingo la coreografía "Un violador en tu camino" del colectivo feminista Lastesis, que a fines del año pasado se viralizó rápidamente en medio del estallido social.
En otras naciones del mundo, enormes multitudes también salieron a las calle este domingo para conmemorar el Dia Internacional de la Mujer.
En una jornada en la que hubo algunos choques violentos y detenciones de manifestantes en varios países, las mujeres marcharon en sitios tan distantes entre ellos como Tailandia, Indonesia, Filipinas, Kirguistán, Pakistán, Australia y Francia.
En Pakistán, un millar de mujeres desafiaron a la sociedad ultrapatriarcal para manifestarse por sus derechos, a veces bajo piedras y palos lanzados por los opositores. Al mismo tiempo, otra marcha reunió a mujeres veladas que proclamaban su "libertad de vivir según la Sharia".
En Manila, cientos de mujeres y hombres asistieron a una protesta en la que se quemó una efigie gigante del presidente Rodrigo Duterte, a quien acusan de misoginia.
"La violencia y la pobreza entre las mujeres están empeorando", dijo Joms Salvador, un participante en la marcha.
"Si bien tenemos 37 leyes relacionadas con los derechos de las mujeres, en el terreno lo que está sucediendo es una violencia generalizada en las formas de abuso doméstico, acoso sexual y violación", añadió.
En Kirguistán la policía detuvo a decenas de mujeres que se manifestaban contra la violencia de género, tras haber sido atacadas por hombres enmascarados.
La policía indicó que las manifestantes fueron detenidas por su propia seguridad y porque no advirtieron de la celebración de su manifestación, pues un tribunal prohibió aglomeraciones debido al coronavirus.
Las mujeres fueron posteriormente puestas en libertad, y tres de sus agresores fueron arrestados.
En Yakarta, unas 600 personas, algunas maquilladas con los colores del arcoíris, pidieron al gobierno la derogación de leyes consideradas discriminatorias y la adopción de leyes contra la violencia sexual
Las manifestaciones también fueron más pequeñas de lo habitual en Europa, muy afectada por el coronavirus.
Centenares de miles de personas se manifestaron en las calles de las principales ciudades españolas para reivindicar los derechos y la igualdad de la mujer y para denunciar, un año más, la violencia sistemática que se ejerce contra ellas. A diferencia de años anteriores, en esta ocasión no hubo huelga general de trabajadoras femeninas, pero sí un amplío y diverso abanico de actos reivindicativos, en el que también hubo protestas polémicas, como la que sufrieron las mujeres del partido Ciudadanos, que tuvieron que abandonar la marcha tras ser insultadas y vejadas por un grupo de manifestantes mujeres que las acusaron de “fascistas”.
“Da más miedo el patriarcado que el coronavirus” o “sola y borracha quiero llegar a casa”, fueron dos de las reivindicaciones y lemas más coreados durante las manifestaciones celebradas en España, sobre todo en las ciudades más grandes, como Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga, Zaragoza y Badajoz.
Activistas del grupo Femen en topless, con gafas protectoras y máscaras, se reunieron en la Place de la Concorde de París para denunciar "la pandemia patriarcal".
Las manifestantes entonaron estribillos como ¿Quién está lavando los platos?" y "Estamos haciendo una revolución".
Grupos de derechos humanos y agrupaciones políticas denunciaron por su lado la violencia policial durante otra marcha la noche del sábado en París, en la que estallaron enfrentamientos que terminaron con la detención de 9 personas.
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