Origen y evolución de Cupido, símbolo del Día de San Valentín

Con información de Efe

La figura de Cupido es un emblema del día de San Valentín junto a los corazones rojos, suele ser visto en adornos de edificios o avenidas, postales, cartas, publicidad, pinturas, etc. Pero, ¿Cuál es su origen? ¿Cómo es que esta figura llegó a pesar tanto en una fecha como el 14 de febrero Día de San Valentín?.

 

Cupido es la tierna figura de un adolescente alado, en muchas ocasiones representado por un niño, a veces con los ojos vendados, armado con arco y las flechas con las que hiere los corazones de los enamorados. Es infantil porque, debido a su inocencia, muchas veces se equivoca al lanzar las flechas de amor y las clava en corazones que sufrirán la amargura de la incomprensión, o al menos es el concepto que se tiene de él hoy en día, pero tiene un origen que va más allá.



Orígenes de Cupido

En la Antigua Grecia, Cupido era conocido como Eros, hijo de Afrodita (Venus para los romanos), la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, que quedó embarazada tras ser poseída por la espuma del mar. Afrodita dio a luz gemelos: Eros, dios del amor, e Himeneo, dios de la lujuria y el deseo sexual. Junto a Potos, dios del anhelo del amor, los tres forman los Erotes, que en la mitología griega simbolizaban los tres componentes básicos en los que se fundamenta una relación: amor (Eros), deseo (Himeneo) y compromiso (Potos).

“Los romanos, imperio que tuvo su apogeo en una época más tardía que la griega, no tenían un dios del amor, pero cuando vieron que los griegos tenían a Eros lo adoptaron, traduciendo su nombre por la palabra cupido que, aunque era femenina, fue pasada al masculino”, esto según Miguel Angel Elvira Barba, catedrático de Historia del Arte Antiguo de la Facultad de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y autor de libros como Arte y Mito: Manual de iconografía clásica.

Eros quiere decir amor y Cupido es la palabra latina para designarlo. El origen de la palabra latina "cupido" es femenino y quiere decir pasión.

 

Los griegos, según se tiene conocimiento a través de siglos de descubrimientos, eran notablemente dados a los amores de todo tipo de sexo y eso influye en la idea de Cupido.

¿Qué sexo tiene cupido?

Es frecuente encontrar a Cupido como un ser de sexo ambiguo, acompañado por otro adolescente, como es el caso de la escultura de George Rennie Cupido soplando la antorcha de Himeneo para reencender su llama, en el que los dos adolescentes se abrazan con intención erótica. 

¿De dónde saca sus alas?

La primera persona que describe a Cupido y lo hace como un jovencito con alas y sus demás atributos es la poetisa Safo (nacida seis siglos antes de Cristo), que vivía en la isla de Lesbos y dio nombre al lesbianismo.

La imagen dada por Safo va teñida de su propia tendencia sexual, concebida por los griegos con carácter Homosexual, ella describe en su literatura su amor apasionado hacia sus compañeras. 

¿Por qué un adolescente varón?

Eros, en la Grecia Clásica, es una figura de adolescente porque el amor típicamente griego es un amor de hombres mayores con adolescentes, algo visto como normal. 

Platón, cuando habla del amor platónico, lo hace del amor homosexual. Para los griegos, el heterosexual es una relación de sexos cuyo objetivo es la procreación y que no tiene la menor importancia desde un punto de vista psicológico.

Por eso muchas de las figuras clásicas de Eros son jóvenes de 13 o 14 años, como está representado en el Cupido Vencedor, de Caravaggio.

¿Por qué las flechas?

Las flechas de Cupido son parte de la mitología romana, eran instrumentos necesarios para su misión como Dios.

El mito dice que él mismo fabricó un arco con madera de fresno, y flechas de ciprés en el bosque. Tiempo después, Venus le regaló arco y flechas de oro. Las flechas eran de dos tipos: unas tenían punta de oro, para conceder el amor, mientras que otras la tenían de plomo, para sembrar el olvido y la ingratitud en los corazones. Además, se le concedió el poder de que ni los hombres ni los dioses, ni su propia madre ni aun su propio pecho fuesen inmunes a las heridas que produjeran sus flechas.

¿Cupido enamorado?

Apuleyo (el escritor romano más importante del siglo II) tiene un cuento de amor de Cupido, en él se enamora de Psique (representación del alma).

 

En la historia se relata que Cupido atrae a Psique hasta su palacio donde vivirán juntos. Él le hace prometer que nunca querrá descubrirle, por lo que tendría que bastarle saber que está con un jovencito muy agradable.

Ella rompe la promesa encendiendo una luz. Cupido entonces desaparece y Psique, el alma, tiene que pasar toda una serie de pruebas, desde hacer grandes viajes hasta bajar a los infiernos. Hasta que, finalmente, Cupido decide de nuevo volver a ella, para hacerla digna de él y, puesto que es un dios, divinizarla. Finalmente, hace inmortal a Psique. 

Esta leyenda se convierte en un mito de cómo el alma, a través del amor, logra la inmortalidad.

¿Cupido sin alas?

Rodin, en el siglo XIX, prescinde de las alas de Cupido para realizar una bella escultura de amor en la que la pareja se funde en un hermoso beso inabarcable. Pero ese Cupido carece de alas, marcando una nueva visión del amor.

Rodin poseía mitologías muy personales, pero en la época del escultor francés ya se plantea la figura de Eros como el ser amado, es decir, se le puede quitar las alas, contrastando con el arcaísmo griego. Tras esto, ya en el arte de los siglos XIX y XX, Cupido, frecuentemente, se termina convirtiendo en objeto amoroso. 

En resumen, la descripción física y simbólica de Cupido fue evolucionando conforme a las diferencias psicológicas usadas en las distintas culturas sobre el concepto del amor, pero por lo demás, fue siempre igual. 

Hoy ha sido adoptado como símbolo de San Valentín gracias a la mercadotecnia, se sigue representando a como percibido originalmente: ángel alado por el que todo el mundo anhela ser herido por sus flechas y, sobre todo, que sean acertadas.