El líder del principal grupo chiita nigeriano, Ibrahim El Zakzaky, y su esposa, Zeenat El Zakzaky, fueron puestos en libertad después de que un tribunal les absolviera de todos los cargos que se les imputaban y por los que estaban en prisión desde 2015.
“Fueron puestos en libertad ayer tras la orden del Tribunal Superior de Kaduna (estado del norte de Nigeria), que los absolvió de todos los cargos presentados contra ellos por el gobierno estatal”, declaró por teléfono el abogado y activista de derechos humanos nigeriano, Femi Falana.
El juez Gideon Kurada, a cargo del caso, indicó en su fallo que la fiscalía no logró presentar pruebas que respaldaran las acusaciones contra El Zakzaky y su esposa. Ambos estuvieron dos años detenidos sin que se presentaran cargos contra ellos.
Sadau Garba, uno de los abogados del líder del IMN, indicó que “ninguno de los 15 testigos llamados por la fiscalía pudo demostrar que Zakzaky cometió algún crimen”, y resaltó que “pedirán compensaciones al estado de Kaduna por todas las privaciones y situaciones que sufrió” el clérigo.
Arresto político
El Zakzaky, líder del Movimiento Islámico de Nigeria (IMN) y su esposa, fueron detenidos en 2015 durante una manifestación en la ciudad de Zaria, en Kaduna, bajo los cargos de homicidio culposo, reunión ilegal y alteración del orden público.
Tras la detención, miles de personas se manifestaron en el norte del país para denunciar el arresto. Alrededor de 350 chiitas perdieron la vida en tres días de choques con la policía y el ejército, una dura represión que fue criticada por organizaciones pro derechos humanos como Human Rights Watch.
El ejército dijo entonces que tomó la decisión de reprimir a los seguidores de Zakzaky después de que cientos de miembros del IMN bloquearon el convoy de su antiguo jefe, el teniente general Tukur Buratai, en una carretera principal de Kaduna, y se enfrentaron a los soldados que habían intentado dispersarlos.
La suprema corte nigeriana había ordenado desde el 2016 la liberación de Zakzaky, pero la disposición fue ignorada por las autoridades locales.
Represión chií en Nigeria
Las Fuerzas de Seguridad nigerianas se han enfrentado a menudo con miembros de la comunidad chií local -ocasionando la muerte de seis de los nueve hijos de El Zakzaky en 2014 y 2015-, debido a que las autoridades a menudo los acusan de amenazar la paz pública con sus actividades.
A finales de julio de 2019, tras choques mortales en la ciudad de Abuya, la capital política del país, el gobierno del presidente Muhammadu Buhari declaró proscrito al IMN, calificando sus actividades de “actos de terrorismo”.
El IMN, que comparte estrechos lazos con Irán, representa la organización chiita más importante de Nigeria, una nación de mayoría musulmana en el norte -pero predominantemente de la rama suní- y cristiana y animista, en el sur.
Se calcula que los chiitas nigerianos suman un total de tres millones de fieles -cifra que, según los analistas, tiende a la baja- y con frecuencia se enfrentan a la mayoría suní, a la que también pertenece el presidente Buhari.
Edición: Laura Espejo
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