La victoria de los talibanes afganos impulsa a los radicales de Pakistán

En las escarpadas regiones tribales de Pakistán a lo largo de la frontera con Afganistán, circula una advertencia silenciosa y persistente: los talibanes están regresando.

El propio movimiento talibán de Pakistán, que en años anteriores había llevado a cabo una violenta campaña contra el gobierno de Islamabad, se ha visto envalentonado por el regreso al poder de los talibanes en Afganistán.

Parece que se están preparando para retomar el control de las regiones tribales que perdieron hace casi siete años en una importante operación del ejército de Pakistán. Los talibanes paquistaníes ya están aumentando su influencia. Los contratistas locales informan sobre los recargos impuestos por los talibanes a todos los contratos y el asesinato de quienes los desafían.

A principios de septiembre, por ejemplo, un contratista llamado Noor Islam Dawar construyó un pequeño canal no lejos de la ciudad de Mir Ali, cerca de la frontera afgana. No valía más de 5 mil dólares. Aún así, los talibanes llamaron, exigiendo su parte de mil 100. Dawar no tenía nada que dar y suplicó su comprensión, según familiares y activistas locales. Una semana después estaba muerto, baleado por pistoleros desconocidos. Su familia culpa a los talibanes.

Los talibanes de Pakistán, conocidos como Tehrik-e-Taliban o TTP, son una organización separada de los talibanes de Afganistán, aunque comparten gran parte de la misma ideología de línea dura y están aliados. El TTP surgió a principios de la década de 2000 y lanzó una campaña de bombardeos y otros ataques, prometiendo derrocar al gobierno paquistaní y tomar el control en muchas áreas tribales. La represión militar de la década de 2010 logró reprimirlo.

Pero el TTP se estaba reorganizando en refugios seguros en Afganistán incluso antes de que los talibanes afganos tomaran el control de Kabul el 15 de agosto.

"El asombroso éxito de los talibanes afganos al derrotar a la superpotencia estadunidense ha envalentonado a los talibanes paquistaníes ... Ahora parecen creer que ellos también pueden librar una yihad exitosa contra el estado 'infiel' paquistaní y han vuelto al modo de insurgencia", dijo Brian Glyn Williams. , Profesor de historia islámica en la Universidad de Massachusetts, que ha escrito extensamente sobre los movimientos de la yihad.

El TTP ha intensificado los ataques en los últimos meses. Más de 300 paquistaníes han muerto en ataques terroristas desde enero, incluidos 144 militares, según el Instituto de Estudios de Conflictos y Seguridad de Pakistán, con sede en Islamabad.

Los eventos en Afganistán también han energizado a decenas de partidos religiosos radicales en Pakistán, dijo Amir Rana, director ejecutivo del Instituto de Estudios para la Paz de Pakistán con sede en Islamabad.

Estos partidos vilipendian abiertamente a los musulmanes chiítas minoritarios como herejes y, en ocasiones, llevan a miles a la calle para defender su interpretación de línea dura del Islam. Un partido, el Tehreek-e-Labbaik Pakistan, tiene una única agenda: proteger una controvertida ley de blasfemia. La ley se ha utilizado contra minorías y opositores y puede incitar a las multitudes a matar simplemente por una acusación de insultar al Islam.

Ya azotada por una creciente religiosidad, la sociedad paquistaní corre el riesgo de transformarse en una similar a la de Afganistán dirigida por los talibanes, advirtió Rana.

Una encuesta de Gallup Pakistán publicada la semana pasada encontró que el 55% de los paquistaníes apoyaría un "gobierno islámico" como el que defienden los talibanes de Afganistán. Gallup encuestó a 2 mil 170 paquistaníes poco después de la toma de poder de los talibanes en Kabul.

Pakistán ha evitado ofrecer un reconocimiento unilateral al gobierno de todos los talibanes en Afganistán, pero ha estado presionando para que el mundo se comprometa con los nuevos gobernantes. Ha instado a Estados Unidos a que entregue fondos al gobierno afgano, al tiempo que insta a los talibanes a abrir sus filas a las minorías y no talibanes.

La relación de Pakistán con los talibanes afganos es una fuente constante de angustia en Estados Unidos, donde los senadores republicanos han introducido una ley que sancionaría a Islamabad por presuntamente trabajar contra Estados Unidos para llevar al poder a los talibanes. La acusación ha enfurecido a Pakistán, cuyos líderes dicen que se pidió y entregó a los talibanes a la mesa de negociaciones con Estados Unidos, lo que finalmente condujo a un acuerdo que allanó el camino para la retirada final de Estados Unidos.

Los vínculos de Pakistán con muchos de los talibanes afganos se remontan a la década de 1980, cuando Pakistán era el escenario de una lucha respaldada por Estados Unidos contra las fuerzas soviéticas en Afganistán. En particular, el grupo Haqqani, posiblemente la facción talibán más poderosa de Afganistán, tiene una larga relación con la agencia de inteligencia de Pakistán, ISI.

Pakistán ha recurrido a Sirajuddin Haqqani, el ministro del Interior del nuevo gobierno talibán de Afganistán, en busca de ayuda para iniciar conversaciones con los talibanes paquistaníes, dijo Asfandyar Mir, experto principal del Instituto de Paz de Estados Unidos.

Algunas figuras del TTP en Waziristán del Norte, un área accidentada que el grupo una vez controló, están listas para negociar. Pero las facciones más violentas, lideradas por Noor Wali Mehsud, no están interesadas en las conversaciones. Los talibanes de Mehsud quieren el control de Waziristán del Sur, dijo Mir.

No está claro si Haqqani podrá llevar a Mehsud a la mesa o si los nuevos gobernantes de Afganistán están listos para romper sus estrechos vínculos con los talibanes de Pakistán.

En los intentos de entablar negociaciones con Islamabad, el TTP exige el control sobre partes de las regiones tribales y gobernar mediante su interpretación estricta de la ley islámica Shariah en esas áreas, así como el derecho a conservar sus armas, según dos figuras paquistaníes. familiarizado con las demandas. Hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no están autorizados a hablar con los medios de comunicación y porque temen represalias.

Bill Roggio, de la Fundación para la Defensa de las Democracias, un grupo de expertos con sede en Estados Unidos, dijo que Pakistán está iniciando conversaciones con los talibanes para detener los crecientes ataques contra su ejército, pero advirtió que "el gobierno está abriendo la caja de Pandora".

“El TTP no se conformará con gobernar una pequeña porción de Pakistán, inevitablemente querrá más de lo que se le da”, dijo Roggio. "Como los talibanes afganos querían gobernar Afganistán, el TTP quiere gobernar Pakistán".

Edición: Ana Ordaz