El papa Francisco nombró por primera vez a una mujer para el puesto número dos en la gobernación de la Ciudad del Vaticano, convirtiéndola en la mujer de mayor rango en el estado más pequeño del mundo.
El nombramiento el jueves de la hermana Raffaella Petrini, una monja italiana de 52 años, es el último en el que el Papa de 84 años ha colocado a una mujer en un papel de liderazgo.
El nuevo cargo de Petrini como secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano es comparable a ser vicegobernador de un estado o teniente de alcalde de una ciudad. El governatorate, con sede en un gran palacio en el centro de la Ciudad del Vaticano, supervisa a más de 2 mil empleados.
El nombramiento de Petrini, quien tiene un título de LUISS, una prestigiosa universidad de negocios italiana, marca el último intento del Papa por cumplir las promesas de mejorar el equilibrio de género hechas hace años, pero que grupos de mujeres han dicho que se realizaron con demasiada lentitud.
El governatorate supervisa el funcionamiento diario de la Ciudad del Vaticano, incluidos departamentos como la policía, los bomberos, el servicio de salud, los museos, el mantenimiento y el personal de oficina.
El anterior titular del cargo de secretario general es un obispo. Ahora está en la presidencia, el puesto más alto.
Varias otras mujeres ya ocupan puestos número dos en los departamentos del Vaticano, pero se ocupan de cuestiones religiosas y sociales y tienen niveles de personal mucho más pequeños.
En agosto, el Papa nombró a la monja italiana Sor Alessandra Smerilli para el cargo interino de secretaria de la oficina de desarrollo del Vaticano, que se ocupa de cuestiones de justicia y paz.
En febrero nombró a Nathalie Becquart, miembro francés de las Hermanas Misioneras Xaviere, como co-subsecretaria del Sínodo de los Obispos, un departamento que prepara las principales reuniones de los obispos mundiales que se celebran cada pocos años.
También en febrero, nombró a la magistrada italiana Catia Summaria como la primera mujer Promotora de Justicia en la Corte de Apelaciones del Vaticano.
También ha nombrado a seis mujeres para puestos de alto nivel en el consejo que supervisa las finanzas del Vaticano y mujeres para los puestos de viceministra de Relaciones Exteriores, directora de los Museos Vaticanos y subdirectora de la Oficina de Prensa del Vaticano.
Francisco ha dicho que no ve ninguna razón por la que una mujer no deba ocupar un cargo superior aparte de aquellos que, por razones doctrinales, están abiertos solo a sacerdotes ordenados.
Edición: Emilio Gómez
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