Este 29 de noviembre se cumplen 60 años del viaje de Enos, segundo chimpancé lanzado al espacio y primero en lograr completar la órbita de la Tierra, en 1961.
Enos realizó un curso completo de chimponauta, con mil 250 horas de entrenamiento en la Universidad de Kentucky y la base de la fuerza aérea de Holloman. El entrenamiento era más intenso para él que para su predecesor Ham, porque Enos estaba expuesto a la ingravidez y a fuerzas g más altas durante períodos de tiempo más largos. Su formación incluyó instrucción sicomotora y vuelos de aviones.
Se le enseñaron las maniobras que tenía que realizar durante el vuelo, mediante un sistema de recompensa-castigo, que le premiaba las maniobras acertadas y le daba choques eléctricos las equivocadas. Una vez lanzado al espacio, en un prototipo de la nave Mercury, debido a fallos operacionales en el interior de la cápsula, el sistema se invirtió y a Enos le daban choques eléctricos por cada maniobra acertada que realizaba.
En vez de alterar su comportamiento, Enos resistió los choques eléctricos e hizo las maniobras de vuelo que sabía que eran correctas. El vuelo lo puso en órbita alrededor de la Tierra dos veces y aterrizó vivo.
El vuelo de Enos fue un ensayo general para el lanzamiento de Mercury el 20 de febrero de 1962, que convertiría a John Glenn en el primer estadunidense en orbitar la Tierra después de los exitosos vuelos espaciales suborbitales de los astronautas Alan Shepard y Gus Grissom.
El 4 de noviembre de 1962, Enos murió de disentería. Se cree que los restos de Enos fueron disecados como los de Ham, que fue ampliamente estudiado post-mortem.
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