Rescatistas se unen para salvar a 275 loros varados tras 'Ian'

Will Peratino y su pareja Lauren Stepp no ​​quisieron abandonar su complejo de Pine Island, incluso cuando las autoridades suplicaron a los residentes que dejaran sus hogares debido a los daños en las carreteras, incluido un puente derrumbado que impidió la entrega de alimentos y gasolina y otros suministros de soporte vital tras el paso del huracán Ian.

Pero la pareja no podía irse sin sus dos lémures y una bandada de pájaros: 275 loros, incluidos algunos de los más raros del mundo.

Así que el martes voluntarios se lanzaron en una misión de rescate, denominada Operación Arca de Noé, para atrapar, enjaular y transportar a las aves fuera de la isla, como condición para persuadir a Peratino y Stepp de que abandonaran la isla.

“No los abandonaríamos. Nunca los dejaría. Nunca”, dijo Stepp, mientras los voluntarios trabajaban en la recolección del rebaño de decenas de gallineros en el Santuario de Malama Manu. “Si no se les puede dar de comer o beber, morirán. Y no puedo vivir con eso”.

“Malama” es la palabra hawaiana para proteger, “manu” significa pájaro.

Las aves han dependido de los alimentos donados por funcionarios de vida silvestre desde que golpeó el huracán Ian, pero el suministro de frutas, maní y otros comestibles pronto sería difícil de conseguir debido al puente caído y la escasez de gasolina en la isla.

El huracán Ian azotó el suroeste de Florida hace una semana con ráfagas de 150 mph, lo que hizo que algunas carreteras fueran intransitables y las islas inaccesibles. Las lluvias impulsadas por el viento y las marejadas provocaron peligrosas inundaciones.

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En las horas previas a la tormenta, los dueños del santuario arrearon a su bandada de pájaros y los encerraron en su casa para protegerlos de la ferocidad de los elementos.

"No sabes por lo que hemos pasado aquí. Teníamos cuatro pies de agua en la casa, casi ahogados”, dijo Peratino, antes de sucumbir a las lágrimas.

“Tener a salvo a todas las aves es una gran tarea”, dijo Peratino. “Quiero decir, es casi imposible de hacer. Así que el tipo de ayuda que hemos recibido ha sido invaluable”.

Muchas de las aves fueron rescatadas de hogares que ya no podían cuidarlas. Algunos se utilizan para la cría de especies raras.

Si bien el enfoque de muchas misiones de búsqueda y rescate ha sido la vida humana, también ha habido rescates de mascotas.

Bryan Stern, el fundador y líder del Proyecto Dynamo, que reunió cuatro botes para la misión, dijo que su equipo rescató al menos seis perros, tres gatos y, antes del rescate masivo del martes, tres pájaros.

Durante varias horas el martes, los voluntarios clavaron redes y sus manos desnudas en las jaulas para encerrar a las aves en las jaulas. Las aves, desde guacamayos hasta cacatúas y especímenes raros de loros rey (solo dos docenas de parejas se mantienen en los Estados Unidos), graznaron y batieron sus alas y sus cuidadores las metieron en jaulas.

Edición: Estefanía Cardeña