Mahsa Amini murió de una enfermedad, no por ''golpes'', asegura Irán

El gobierno de Irán asegura que una investigación sobre la muerte bajo custodia de Mahsa Amini descubrió que la joven perdió la vida por una enfermedad y no por golpes como han indicado sus familiares y diversos manifestantes a lo largo y ancho del país.

Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre, tres días después de caer en coma tras su arresto en Teherán por la policía moral por presuntamente violar el estricto código de vestimenta de la República Islámica para las mujeres.

La muerte de Amini, cuyo primer nombre kurdo es Jhina, estuvo relacionada con una "cirugía de un tumor cerebral a la edad de ocho años", dijo en un comunicado el gobierno Iraní.

Ali Bahadori Jahromi, vocero del gobierno, aseguró que las sanciones que Estados Unidos impuso desde 2018 “dificultaron” la importación de los medicamentos que tomaba la joven fallecida lo que afectó a su salud, cuya fragilidad provocó su muerte. 

“No se pueden impedir la entrada de medicamentos, alegando los derechos humanos y después reclamar la defensa de los derechos humanos”, dijo en una rueda de prensa Jahromi, en referencia a Estados Unidos, país al que reprochó su "doble rasero".

La estatal Organización de Medicina Forense de Irán afirmó en un informe el viernes que la joven se medicaba con hidrocortisona y levotiroxina, y que su muerte no fue causada por golpes en la cabeza, órganos vitales ni extremidades del cuerpo sino por una “dolencia previa”.

Protestas sangrientas

La ira por la muerte de Mahsa ha provocado la mayor ola de protestas que ha sacudido a Irán en casi tres años y una represión que ha matado a decenas de manifestantes y privado de su libertad a decenas.

A pesar del uso de fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad, las protestas lideradas por mujeres han continuado durante 20 días y noches consecutivos, según videos en línea.

Los afligidos padres de Amini presentaron una denuncia contra los oficiales involucrados, y uno de sus primos que vive en Irak le dijo a Afp que murió de "un golpe violento en la cabeza".

Otras jóvenes han perdido la vida en las protestas, pero Amnistía Internacional dice que Irán ha estado obligando a sus familias a confesar por televisión para "absolverse de la responsabilidad de sus muertes".

Suicidio

La madre de Nika Shahkarami, de 16 años, que murió después de desaparecer el 20 de septiembre, insistió el jueves en que el estado la mató después de unirse a una protesta contra el hiyab en Teherán.

Nasrin Shahkarami también acusó a las autoridades de amenazarla con hacer una confesión forzada sobre la muerte de su hija Nika, de 16 años.

"Yo misma vi el cuerpo de mi hija... La parte de atrás de su cabeza mostraba que había sufrido un golpe muy fuerte porque su cráneo se había derrumbado. Así fue como la mataron", dijo en un video publicado en línea por Radio Farda, una cadena estadunidense. Estación persa financiada con sede en Praga.

Desde entonces, Irán ha negado los informes de que sus fuerzas de seguridad mataron a otra adolescente, Sarina Esmailzadeh, en un mitin en Karaj, al oeste de Teherán.

Su sitio web citó a un fiscal diciendo que una investigación mostró que Esmailzadeh, de 16 años, se había "suicidado" saltando de un edificio.

En una represión cada vez mayor, Irán ha bloqueado el acceso a las redes sociales, incluidas Instagram y WhatsApp, y las fuerzas de seguridad han detenido a partidarios de alto perfil del movimiento, incluidos periodistas y estrellas del pop.

Los manifestantes han buscado formas de evitar ser detectados, con colegialas escondiendo sus rostros mientras gritan "Muerte al dictador" y desfigurando imágenes del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, en videos verificados.

Otras imágenes muestran a personas cantando el grito de protesta Mujer, vida, libertad desde las ventanas de sus apartamentos al amparo de la noche.

Otra forma de protesta surgió el viernes por la mañana, con fuentes en Teherán que parecían derramar sangre después de que un artista tiñera sus aguas de rojo para reflejar la sangrienta represión.  

Peaje mucho más alto

La violencia callejera que se produjo en todo Irán, denominada "disturbios" por las autoridades, ha provocado decenas de muertes, en su mayoría de manifestantes, pero también de miembros de las fuerzas de seguridad.

El grupo Iran Human Rights, con sede en Oslo, dice que al menos 92 manifestantes han muerto hasta ahora en la represión.

Las fuerzas de seguridad iraníes han detenido a partidarios de alto perfil del movimiento, incluidos activistas, periodistas y estrellas del pop.

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A pesar de tales medidas, las manifestaciones han continuado en ciudades y pueblos de toda la república islámica.

"Muerte al dictador", se puede escuchar a un grupo de mujeres jóvenes cantando en la ciudad norteña de Rasht en un video publicado en redes.

Otras imágenes verificadas muestran a mujeres gritando "Azadi", que significa libertad en persa, y aplaudiendo con fuerza mientras marchan por una calle de la ciudad de Qods, al oeste de la capital.

Amnistía Internacional ha verificado la muerte de 52 personas a manos de las fuerzas de seguridad de Irán, pero dice que cree que "el número real de muertos es mucho mayor".

En un comunicado emitido hace una semana, dijo que Irán estaba usando intencionalmente fuerza letal para aplastar las protestas lideradas por mujeres.

Dijo que había obtenido un documento filtrado emitido a los comandantes de las fuerzas armadas en todas las provincias el 21 de septiembre en el que se les ordenaba "confrontar severamente" a los manifestantes.

Otro documento filtrado mostró que el comandante en la provincia de Mazandaran dijo a las fuerzas que "enfrentaran sin piedad, llegando incluso a causar muertes, cualquier disturbio de los alborotadores y antirrevolucionarios".

Edición: Ana Ordaz