La española Aitana Bonmatí aprovechó su discurso en la ceremonia de premiación de la UEFA para expresar su apoyo a su compañera que recibió un beso no consensuado del presidente de la Real Federación Española de Fútbol después de la final del mundial femenil.
Bonmatí fue nombrada como la mejor jugadora del año en la gala anual que se celebró en medio de una crisis para el órgano rector del futbol europeo, la cual fue provocada por el comportamiento del vicepresidente Luis Rubiales durante la final del mundial.
Rubiales se ha negado a renunciar a la presidencia de la RFEF, a pesar de la indignación por su comportamiento con Jennifer Hermoso durante la premiación tras la victoria de España sobre Inglaterra en Sydney, Australia.
“Creo que como sociedad no debemos permitir que se haga abuso de poder en una relación laboral, ni faltas de respeto”, declaró en el escenario ante los dirigentes de la UEFA. “A mi compañera Jenni y a todas las mujeres que sufren lo mismo, estamos con vosotras y espero que sigamos trabajando para que esta sociedad mejore”.
Rubiales no asistió al evento luego que fue suspendido por la FIFA el sábado, dos días después de que el organismo abrió un caso disciplinario en su contra. La UEFA no ha tomado acciones contra Rubiales, quien recibe un sueldo de 270 mil dólares (250 mil euros) como vicepresidente.
“No están siendo unos momentos muy buenos ahora en el futbol español”, comentó Bonmatí. “Venimos de ganar el mundial, pero no se está hablando mucho de ello porque han pasado cosas que no me gustaría dejar pasar”.
La ganadora del premio a mejor entrenador en el balompié femenil, Sarina Wiegman, también tocó el tema. Elogió a las jugadoras españolas que vencieron a su equipo de Inglaterra 1-0 en la final, diciendo que jugaron “un gran futbol que todo el mundo disfrutó”.
“Este equipo merece ser celebrado y merece ser escuchado”, afirmó Wiegman hacia el final de su discurso, minutos antes de que Bonmatí subiera al escenario. “Realmente me duele (lo que está pasando) como entrenadora, madre de dos hijas, esposa y ser humano”.
Al tiempo que aplaudía los avances que ha tenido el balompié femenil, continuó: “Aún hay mucho camino por recorrer en el futbol femenil y en la sociedad”.
Wiegman ganó el premio por encima de dos entrenadores españoles -el polémico técnico de la selección, Jorge Vilda, y Jonatán Giráldez, del Barcelona, quien llevó a un equipo que incluía a Bonmatí al título de la Liga Femenil de Campeones.
El Manchester City, campeón de la Liga de Campeones, la Premier y la Copa FA, barrió con los premios varoniles.
Erling Haaland se llevó el galardón al mejor jugador superando a su compañero Kevin De Bruyne y al argentino Lionel Messi.
Pep Guardiola obtuvo el premio a mejor entrenador por encima del técnico del Inter de Milán, Simone Inzaghi, y Luciano Spalletti, quien llevó al Napoli al cetro de la Serie A y ahora dirige a la selección italiana.
Edición: Ana Ordaz
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