Valiéndose de vehículos blindados y retroexcavadoras para apartar barricadas calcinadas, fuerzas de seguridad francesas trabajaban el domingo con el fin de retomar el control de la autopista que conduce al aeropuerto internacional de Nueva Caledonia, el cual está cerrado a causa de los letales disturbios que sacuden este archipiélago del Pacífico en el que desde hace tiempo los indígenas intentan independizarse de Francia.
La posible reapertura del aeropuerto de Numea-La Tontouta a los vuelos comerciales les permitiría a los turistas varados escapar de la isla, donde enfrentamientos armados, incendios deliberados, saqueos y otros disturbios han llevado a Francia a imponer el estado de excepción. El aeropuerto, con rutas a Australia, Singapur, Nueva Zelanda y otros destinos, cerró el martes mientras las protestas contra las reformas electorales a las que se oponen los independentistas degeneraron en violencia generalizada, dejando un vasto rastro de destrucción.
El ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, publicó en la red social X que la “operación de gran envergadura” estaba “destinada a recuperar totalmente el control” de la autopista RT1 entre la capital, Numea, y el aeropuerto situado a 60 kilómetros (casi 40 millas) al noroeste. Dijo que se desplegó a más de 600 gendarmes.
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La cantidad de efectivos deja ver la dificultad de limpiar las carreteras de escombros carbonizados y barricadas erigidas por manifestantes independentistas y residentes. Estos últimos se han unido para tratar de proteger sus hogares y medios de subsistencia de los alborotadores y saqueadores.
Las autoridades francesas de Nueva Caledonia publicaron en X que la policía había retirado casi 60 barricadas en su primer día de labores para reabrir la carretera del aeropuerto.
En un comunicado, la Alta Comisión francesa en el archipiélago describió que la noche del sábado al domingo fue “más tranquila”, pero de todas formas habló de dos incendios y del saqueo de una gasolinera, sin dar más detalles. Está en vigor un toque de queda de las 18 a las 6 horas, y las fuerzas de seguridad han recibido poderes de excepción, incluido el arresto domiciliario para las personas que sean consideradas una amenaza al orden público y un mayor margen de maniobra para realizar registros, confiscar armas y restringir movimientos, con posibles penas de cárcel para los infractores.
La Alta Comisión también informó de la detención de 230 personas, a las que llamó alborotadores.
La alcaldesa de Numea, Sonia Lagarde, declaró el domingo a la emisora francesa BFMTV que despejar completamente la carretera del aeropuerto podría tomar “días y días” debido a la “enorme cantidad de restos de automóviles quemados”.
“La situación sigue siendo dramática”, lamentó.
El general Nicolas Matthéos, jefe de la fuerza de gendarmes del archipiélago, dijo que algunas barricadas tenían trampas de gas lacrimógeno y estaban reforzadas con “muros de vehículos”.
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