Con información de La Jornada y Afp
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue liberado este miércoles por un tribunal de Saipán, capital de las Islas Marianas del Norte, territorio estadunidense en el Pacífico, tras declararse culpable de violar la ley estadunidense.
Tras quedar oficialmente en libertad, Assange apareció brevemente ante las decenas de cámaras de televisión que le aguardaban fuera del tribunal federal de Saipán, capital de las Islas Marianas del Norte. Saludó brevemente con la mano a los periodistas antes de subir a un vehículo, sin realizar declaraciones.
Durante la audiencia de tres horas, Assange se declaró culpable de un cargo penal de conspiración para obtener y divulgar documentos clasificados de defensa nacional de Estados Unidos, pero dijo que creía que la Primera Enmienda de la Constitución -que protege la libertad de expresión- cuida sus actividades.
"Trabajando como periodista animé a mi fuente a proporcionar información que se decía que era clasificada para poder publicarla", declaró a la corte.
"Creí que la Primera Enmienda protegía esa actividad, pero acepto que fue... una violación del estatuto de espionaje", afirmó, al tiempo que añadió “creo que la Primera Enmienda y la Ley de Espionaje se contradicen, pero acepto que sería difícil ganar un caso así dadas todas las circunstancias", informó The Washington Post en su página web.
La jueza aceptó los términos pactados entre el Departamento de Justicia y la defensa de Assange, condenándole a 62 meses de cárcel, pero otorgándole crédito por el tiempo ya cumplido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Reino Unido), lo que resultó en su puesta en libertad de manera oficial.
Al dictar la sentencia, la jueza dijo haber considerado, entre otros factores, el periodo de encarcelamiento de la ex soldado Chelsea Manning, principal fuente de Assange en la filtración de WikiLeaks, quien estuvo en prisión entre 2010 y 2017, cuando su condena fue conmutada por el entonces presidente Barack Obama.
Regreso a casa
Assange, volvió a su Australia natal para empezar una nueva vida después de un acuerdo con la justicia de Estados Unidos.
Aterrizó de noche en Canberra, la capital australiana, en un jet privado, etapa final de una larga batalla judicial de 14 años, los últimos cinco en una prisión de alta seguridad en el Reino Unido.
Al salir del avión levantó el puño, cruzó la pista para darle un abrazo a su esposa Stella y luego a su padre, ante la mirada de decenas de periodistas.
"Les pido por favor que nos den espacio, que nos den privacidad, para encontrar nuestro lugar, que dejen que nuestra familia sea una familia antes de que él pueda hablar de nuevo en el momento que elija", dijo la esposa de Assange, indicando que no participará en una rueda de prensa como estaba inicialmente previsto.
Pese a la declaratoria de libertad, el fundador de WikiLeaks no podrá viajar a Estados Unidos sin autorización, indicó el Departamento de Justicia en un comunicado.

Foto: Afp
El territorio estadunidense en el Pacífico occidental donde Assange logró por fin su libertad, fue elegido debido a que el mismo se oposu a viajar al territorio continental de Estados Unidos y por su proximidad a Australia, aseguraron fiscales.
Decenas de medios de comunicación de todo el mundo asistieron a la audiencia y muchos más se reunieron fuera de la sala del tribunal para cubrir el proceso; sin embargo no se les permitió entrar en la sala para grabar la audiencia.
"Veo esto y pienso en lo sobrecargados que deben estar sus sentidos, caminando a través de la prensa después de años de depravación sensorial y las cuatro paredes de su celda de alta seguridad de la prisión de Belmarsh", dijo Stella Assange, la esposa del fundador de WikiLeaks, en la plataforma de redes sociales X.
Larga saga
Assange, nacido en Australia, pasó más de cinco años en una cárcel británica de alta seguridad y siete como refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, mientras luchaba contra acusaciones de delitos sexuales en Suecia y batallaba contra la extradición a Estados Unidos, donde se enfrentaba a 18 cargos penales.
Los partidarios de Assange lo consideran una víctima por haber sacado a la luz irregularidades y posibles delitos cometidos por Estados Unidos, incluidos los conflictos de Afganistán e Irak. Washington ha dicho que la publicación de los documentos secretos puso vidas en peligro.
El gobierno australiano abogó por su liberación y planteó la cuestión a Estados Unidos en varias ocasiones.
"Esto no es algo que haya sucedido en las últimas 24 horas", afirmó el miércoles el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, en una conferencia de prensa.
"Esto es algo que se ha considerado, se ha trabajado con paciencia y se ha trabajado de forma calibrada, y así es como nos comportamos en Australia".