Estudios realizados en mayo por investigadores de la Universidad de Texas en Austin, sugieren que en las llamas podría estar el secreto del combate en la lucha contra el COVID-19. Tras pruebas, se dio a conocer que al inyectar a estos animales partes inactivas del virus causante del SARS y del MERS, estos produjeron nanoanticuerpos capaces de neutralizar la enfermedad.
En estudios recientes, a manos de los científicos del Instituto Rosalind Franklin del Reino Unido, han utilizado los anticuerpos de Fifi, una llama en Reading, Inglaterra, para hacer una terapia de estimulación inmunológica. De acuerdo con información de BBC, el "cóctel de anticuerpos" específico de COVID basado en llama resultante podría entrar en ensayos clínicos en unos meses.
La investigación, publicada en Nature Structural and Molecular Biology, involucra anticuerpos de llama que son más pequeños y con una estructura más simple que los anticuerpos de la sangre humana. Su tamaño y estructura permite que puedan ser "rediseñados" en el laboratorio.
Existe evidencia de que la sangre rica en anticuerpos, tomada de personas que se han recuperado recientemente del coronavirus, podría usarse como tratamiento. El avance con estos últimos estudios permite a los científicos producir anticuerpos específicos de coronavirus, utilizando la colección de anticuerpos tomados de las células sanguíneas de las llamas. La pequeña parte rediseñada del anticuerpo de llama también se conoce como nanocuerpo.
"En el laboratorio, podemos hacer nanocuerpos que maten al virus vivo extremadamente bien, mejor que casi cualquier cosa que hayamos visto", asegura el profesor James Naismith, director del Instituto Rosalind Franklin, de la Universidad de Oxford.
Naismith explica que los nanocuerpos se unen y bloquean lo que se conoce como la "proteína espiga" en el exterior de la cápsula del virus, y al deshabilitarlo evita que tenga acceso a las células humanas.
"Básicamente, estamos haciendo en el laboratorio lo que todos los sistemas inmunes hacen en el cuerpo", explicó el profesor Naismith. En el caso de que el virus cambiara de manera repentina y se generara uno nuevo, se podrían diseñar nuevos nanocuerpos en laboratorio, apuntó el experto.
Finalmente, resaltó que el equipo de científicos probará su terapia prospectiva en ensayos con animales este verano, con el fin de comenzar los ensayos clínicos más adelante durante el 2020.
Con información de CNN y BBC
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