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16/06/2025 | Bogotá, Colombia
El aspirante a la presidencia de Colombia Miguel Uribe, baleado la semana pasada en un evento público, fue sometido este lunes a una cirugía de urgencia por un sangrado cerebral y su condición es "extremadamente crítica".
El senador opositor de 39 años fue ingresado en un centro médico el 7 de junio con tres heridas de bala, dos en la cabeza y una en la pierna. Los médicos lo operaron ese mismo día y el pasado domingo.
La clínica que lo atiende informó que debió pasar de nuevo por el quirófano este lunes ante un sangrado "agudo" en el cerebro.
Los médicos afirmaron que luego de la intervención su situación es "extremadamente crítica", "caracterizada por edema cerebral persistente y sangrado intracerebral de difícil control".
Se trata de un deterioro drástico en la salud de Uribe luego de días de estabilidad. El miércoles había dado signos de mejoría.
De momento siguen si conocerse los autores intelectuales del ataque.
"Batalla más difícil"
La esposa de Uribe, María Claudia Tarazona, aseguró a medios frente a la clínica que esta es la "batalla más difícil" del senador desde el atentado.
Este intento de homicidio recuerda a las peores épocas del narcotráfico en los años 1980 y 1990, en pleno auge del capo Pablo Escobar, cuando cuatro candidatos a la presidencia fueron asesinados.
Además del presunto sicario, está detenido un hombre que conducía un automóvil desde el que le entregaron el arma y una mujer que lo acompañaba.
Un cuarto implicado sigue libre. Medios locales aseguran, citando los interrogatorios, que es clave para la investigación, pues conoce la identidad del autor intelectual.
El abogado de Uribe, Víctor Mosquera, dijo a la AFP que los avances de la investigación muestran que detrás del ataque está una "organización estructurada" con "antecedentes de atentar contra líderes de la derecha".
"No es simplemente un grupo delincuencial cualquiera", sino una "organización criminal" que tiene "poderío económico", dijo sin dar más detalles para no perjudicar las pesquisas.
Uribe es un crítico de la venta y consumo de drogas y algunas de sus propuestas están enfocadas en la lucha contra los vendedores de sustancias ilegales en las ciudades.
El presidente Gustavo Petro menciona entre las hipótesis a los disidentes de la extinta guerrilla FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016. Los rebeldes negaron su responsabilidad en un comunicado la semana pasada.
El mandatario también sospecha de una supuesta mafia de narcos colombianos y extranjeros con sede en Dubái.
Edición: Fernando Sierra