El Senado de Estados Unidos aprobó el lunes una enmienda para mantener el financiamiento del gobierno hasta enero y revertir los despidos masivos implementados por la administración de Donald Trump durante el cierre del gobierno.
Durante la votación, 60 senadores apoyaron la ley presupuestaria, y 40 votaron en contra.
El proyecto recién aprobado por el Senado, conocido como “Continuing Appropriations and Extensions Act, 2026”, extiende el financiamiento federal hasta el próximo 30 de enero a niveles actuales.
Este texto tendrá que pasar por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, previsiblemente el miércoles.
Entre las novedades de esta normativa destacan la reversión inmediata de los despidos masivos de unos cuatro mil empleados federales implementados durante el también denominado “shutdown”, con garantías de pago retroactivo.
El proyecto también contempla el financiamiento para todo el año fiscal de programas de ayuda, como el SNAP, del que se benefician más de 42 millones de estadunidenses con bajos ingresos para la compra de alimentos.
Aunque no incluye la extensión del “Affordable Care Act” (Obamacare), que expira el 31 de diciembre, el acuerdo incorpora el compromiso republicano de votar en el Senado un proyecto de ley redactado por demócratas para prorrogar dichos créditos fiscales.
Antes el lunes Trump elogió el acuerdo. “Vamos a reabrir nuestro país muy rápidamente”, dijo Trump a periodistas en la Oficina Oval.
Trump se comprometió a “cumplir el acuerdo” y dijo que “es muy bueno”, cuando se le preguntó si se adheriría a los términos del pacto que incluyen la reincorporación de los trabajadores federales despedidos durante el cierre o “shutdown”.
Pero por otra parte Trump amenazó con reducir el salario de los controladores de tráfico aéreo a quienes acusó de eludir su deber “patriótico” durante el cierre del gobierno.
“¡Todos los controladores aéreos deben regresar al trabajo, AHORA MISMO! Quien no lo haga sufrirá una importante reducción de sueldo”, escribió Trump en redes sociales. “¡PRESÉNTENSE A TRABAJAR INMEDIATAMENTE!”.
Trump añadió que recompensará a quienes no se ausentaron del trabajo durante los 41 días del cierre del gobierno federal, pero no está claro cuántos controladores podrían ser elegibles.
Señaló también que aceptaría la renuncia de quienes sí se ausentaron.
“La vasta mayoría” de los controladores aéreos “han seguido ejerciendo una de las profesiones más exigentes y estresantes del mundo, a pesar de la falta de remuneración”, respondió el sindicato nacional de controladores aéreos (NATCA) en una declaración enviada a la AFP.
El martes será el segundo periodo de pago perdido para los controladores de tráfico aéreo y otros empleados de la Administración Federal de Aviación (FAA). No está claro cuándo recibirán su pago una vez que termine el cierre.
Las aerolíneas cancelaron el lunes más de mil 660 vuelos en Estados Unidos, y se prevé que la situación empeore esta semana después de que la FAA ordenara recortes de vuelos que aumentarán al 10 por ciento para el viernes.
Los riesgos de afectaciones crecen incluso si el cierre del gobierno llega a su fin, informaron funcionarios.
En una carta dirigida a los empleados el lunes, David Seymour, director de operaciones de American Airlines, señaló que las repercusiones del cierre podrían extenderse mucho más allá de los recortes de vuelos que ordenó la FAA.
Más allá de los recortes obligatorios, los retrasos en los vuelos se han extendido ocasionalmente en los aeropuertos de todo el país desde que comenzó el cierre. Esto se debe a que la FAA ralentiza el tráfico aéreo cada vez que hay escasez de controladores aéreos en una de sus instalaciones para garantizar que los vuelos sigan siendo seguros.