Internacional > Sociedad
Afp
28/11/2025 | Yakarta, Indonesia
El balance de las inundaciones que golpean el sudeste asiático subió considerablemente este viernes y rebasó el umbral de los 300 muertos, con al menos 145 víctimas en Tailandia y 174 en Indonesia.
Las mismas escenas se repiten en Indonesia, Malasia, Sri Lanka y Tailandia: ciudades bajo el agua, habitantes aislados y deslizamientos de tierra provocados por las intensas lluvias que castigan la región desde hace varios días.
En Tailandia, el portavoz gubernamental Siripong Angkasakulkiat informó este viernes que el número de fallecidos en las provincias del sur asciende a 145, más de un centenar de ellos en Songkhla.
El balance, que hasta la víspera era de 55 muertos, casi se triplicó en un solo día.
El sur del país es el más castigado. En el distrito de Hat Yai, los habitantes se vieron forzados a subir a los techos de sus viviendas a la espera de ser rescatados en embarcaciones.
En la provincia de Songkhla, donde se registran más de cien fallecidos, la morgue de un hospital ya no daba abasto, según sus responsables.
"La morgue está desbordada, necesitamos más capacidad", declaró a AFP Charn, un responsable que solo dio su nombre de pila.
El jueves, los vecinos relataron la súbita crecida: "El agua alcanzó el techo del segundo piso", contó Kamban Wongpanya, de 67 años, evacuado en barco.
Chayaphol Promkleng, comerciante, creyó al inicio que su tienda se libraría del desastre, pues el agua apenas le llegaba a los tobillos.
Sin embargo, al día siguiente el nivel alcanzaba su cintura y tuvo que huir para salvarse.
Ese mismo viernes, el gobierno suspendió al jefe del distrito de Hat Yai por su deficiente respuesta a la emergencia.
Agua hasta la cintura
En la isla indonesia de Sumatra, las inundaciones y los deslizamientos de tierra dejaron al menos 174 muertos y 80 desaparecidos, según el balance oficial más reciente.
Suharyanto, jefe de la agencia nacional de gestión de catástrofes (BNPB), avisó de que el número de muertos podría seguir subiendo, ya que "hay zonas aún inaccesibles, en las que podría haber víctimas". El balance anterior era de 111 fallecidos.
"La prioridad es evacuar y asistir a la población. Esperamos que el tiempo mejore para enviar un helicóptero", explicó Ferry Walintukan, portavoz de la policía de Sumatra norte, mientras los accesos por carretera siguen cortados.
En Medan, en el norte de Sumatra, un fotógrafo de AFP relató que la crecida le alcanzaba la cadera.
Desde Sumatra occidental, Misniati, de 53 años, contó su angustiosa batalla contra la subida del agua para reunirse con su marido.
"Vi la calle inundada. Traté de volver para avisarle, pero el agua ya me alcanzaba la cintura", dijo a AFP.
Peleó contra la corriente que amenazaba con arrastrarla y llegó a su casa con el agua al pecho. "Pasamos la noche en vela, atentos al nivel del agua", señaló.
Más al oeste, en Sri Lanka, las autoridades desplegaron este viernes al ejército para asistir a las víctimas de las inundaciones y los deslizamientos de tierra que dejaron 56 muertos y 21 desaparecidos.
Entre los fallecidos, 26 quedaron sepultados vivos en deslizamientos de tierra en el distrito de Badulla, en el centro del país, según el Centro Nacional de Gestión de Desastres (DMC).
Fuertes precipitaciones continúan cayendo sobre la isla, donde algunas regiones registraron hasta 360 milímetros de lluvia en las últimas 24 horas.
Los países del sudeste asiático suelen sufrir inundaciones y deslizamientos de tierra durante la temporada de lluvias, que se extiende de noviembre a abril.
Esta vez, las precipitaciones monzónicas se agravaron por una tormenta tropical que golpeó la región.
El cambio climático ha hecho que las tormentas sean más severas, con lluvias torrenciales, crecidas súbitas y vientos más violentos.
El aumento de la temperatura favorece la acumulación de humedad y episodios de lluvia extrema, mientras que el calentamiento de los océanos amplifica la intensidad de las tormentas.
Para Uli Arta Siagian, responsable de la ONG ambiental indonesia WALHI, el desarrollo excesivo también es responsable de las inundaciones y los deslizamientos.
"Si la cobertura forestal sigue reduciéndose y es reemplazada por monocultivos de palma aceitera, minería u otras actividades, nuestro sistema ecológico perderá la capacidad de regular el agua", advirtió.
En Malasia, las inundaciones que devastaron amplias zonas del norte del estado de Perlis dejaron dos víctimas mortales.
Edición: Emilio Gómez