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La Jornada
Chicago.
30 de diciembre, 2015
Soldados y voluntarios apilaban bolsas de arena el miércoles en un frenético esfuerzo por detener las aguas que ya inundan varias localidades estadunidenses y causaron 13 muertos en Misuri.
"Nunca vimos que el agua llegara tan alto", dijo el gobernador del Estado, Jay Nixon, a la cadena CNN. "Estamos luchando contra una inundación generalizada".
El majestuoso río Mississippi ya alcanzó 4.2 metros sobre el nivel de inundación en algunas áreas y se pronostica que podría alcanzar otros 2.4 metros antes de estabilizarse el viernes, según el Servicio Meteorológico Nacional.
"Es absolutamente devastador y rogamos ayuda", dijo Don Smith, alcalde de Rockaway Beach, un pequeño balneario en el sur del Misuri, en el centro del país.
Un hombre que trató de atravesar con su camioneta un área inundada debió ser rescatado desde el techo de una vivienda.
Hasta ahora la inundación afectó mayormente pequeñas localidades y áreas rurales.
Pero el Mississippi podría aproximarse e incluso superar sus crecidas récord en el área de la densamente poblada ciudad de St. Louis el jueves.
Las inundaciones comenzaron la semana pasada luego de que un poderoso sistema de lluvias vertiera hasta 25 centímetros de agua en algunas partes del Estado.
Nixon declaró estado de emergencia el domingo y solicitó la ayuda de la Guardia Nacional.
El vecino Illinois también fue duramente afectado. Las tormentas e inundaciones provocaron cinco muertos, declarándose estado de emergencia en siete condados.
Estados Unidos es presa de una ola de tiempo inclemente que se cobró al menos 49 vidas y afectó a millones de viajeros que intentan volver a sus casas luego de las fiestas de Navidad.
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