Mexicali, la ciudad más contaminada de la frontera norte

Antonio Heras
Foto: Alfredo Domínguez
La Jornada Maya

Mexicali, Baja California
Martes 26 de diciembre, 2017

Las ciudades de Mexicali, Baja California, y Calexico, California, se convirtieron en la región más contaminada de la frontera entre México y Estados Unidos, de acuerdo al Centro de Información sobre la Calidad del Aire (CICA), un instrumento de medición de contaminación ambiental.

El reporte indica que a partir de las 7 horas se llegó a 400 puntos en partículas PM 2.5, que coloca a esta frontera en las más contaminadas al alcanzar el nivel "marrón" de calidad de aire, que es considerado el más elevado y crítico.

A medida que avanzaba la nochebuena, la nube de humo se comenzó a estacionarse por lo largo y ancho de la mancha urbana de la capital de Baja California para concentrarse en la zona oriente y sur de la ciudad, las de mayir población.

En los primrtos minutos de este 25 de enero se registraron los primeros resultados que advertían sobre la calidad del aire dañina a la salud.

Las estaciones de monitoreo del gobierno estatal y municipal no dieron resultados actualizados sobre la situación que guardaba la calidad de aire de Mexicali, ya que mostraban los datos de su última evaluación del pasado jueves 22 de diciembre.

Sin embargo, el seguimiento a la información del portal del sur de California (CICA) señaló que la calidad del aire en 12 horas pasó de color rojo (más de 150 puntos) a color marrón.

El color marrón en la medición del aire indica que los contaminantes pueden causar daños a la salud en toda la población, especialmente niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias si realizan actividades al aire libre si el esfuerzo es prolongado.

Las partículas PM2.5 y PM10 son cualquier tipo de material sólido o líquido que se encuentra en suspensión en el aire ambiente; su tamaño puede variar, las más pequeñas apenas miden unas cuantas millonésimas de milímetro, mientras que las más grandes son del tamaño de granos de arena.

La ciudadanía hizo caso omiso a las recomendaciones de las autoridades ambientales para evitar la quema fe fuegos pirotécnicos y fogatas.

De igual forma ambos gobiernos optaron por reservarse los datos de la calidad de aire que arrojaron sus estaciones de monitoreo, el número de detenidos y material decomisado por quema de cohetes y fogatas.