Roberto Garduño
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya

Ciudad de México
Sábado 16 de septiembre, 2017

La ignorancia creciente de los padres de los niños mexicanos, manifiesta en la opción de distraerlos con teléfonos celulares y tabletas electrónicas, ha propiciado que 40 por ciento de los menores –entre 4 y 12 años– comiencen a presentar cuadros del Trastorno de Déficit de Atención Asociado a la Hiperactividad (TDAH).

Un estudio elaborado por la organización estadunidense Common Sense Media, referente a la relación entre el indiscriminado uso de esas herramientas electrónicas y el abandono de los infantes, lleva a coincidir con el elevado porcentaje de niños mexicanos que se conectan a la Internet mediante celulares y tabletas, alcanzando 69 por ciento de la población entre cuatro y 17 años de edad.

Angélica Reyes, diputada federal de Nueva Alianza, expuso que TDAH tiene tras de sí la complacencia de los padres de familia, una vez que la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y uso de Tecnologías en los Hogares (ENDUTIH) del Inegi advierte sobre la implicación de ambos fenómenos. En México casi 70 por ciento de los infantes y adolescentes usan esos dispositivos.

Y la problemática se agudiza porque el Departamento de Neurología del Hospital Infantil de México Federico Gómez advierte que sólo el cinco por ciento de los niños con ese padecimiento están diagnosticados.

“Muchas veces, con el fin de distraer a los niños, les damos el teléfono celular o tableta y con ello transtornamos su desarrollo cerebral, proceso de aprendizaje, de atención y les impedimos que se desarrollen adecuadamente el desarrollo de una actividad”, refirió la legisladora.

La también secretaria de la Comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados comentó que el uso excesivo de estos dispositivos o nomofobia, se ha convertido en un riesgo en cuanto a trastornos mentales. “Para el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), la exposición de los menores a los dispositivos móviles provoca hiperactividad”, dijo.

Además del TDAH, problemas como depresión y ansiedad se ven reflejados en la salud y comportamiento de los menores, según lo refiere el Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades del Estado de México (CEVECE), y algunas de las razones por las que estos temas no han alcanzado la importancia que merecen es que su detección tarda entre tres y cinco años, destacó.

Por recomendación de las instancias especializadas, dijo, los bebés de cero a dos años no deben tener contacto alguno con la tecnología, los de tres a cinco años sólo pueden acceder a celulares y dispositivos una hora diaria, mientras que los menores de seis a 17 años deben restringir su uso a dos horas al día, esto con base en información de la Academia Americana y la Sociedad Canadiense de Pediatría.

“No debemos desestimar el comportamiento de los niños y estar atentos ante cualquier síntoma como problemas para socializar, falta de concentración o agresividad que presenten, toda vez que el NIH señala que cerca del cuatro por ciento de la población infantil corre el riesgo de ser mal diagnosticada, lo que afecta su desempeño”.


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