Mayor competencia en mercado de audiovisuales

Radamés Camargo/The CIU.net
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya

Jueves 9 de febrero, 2017

Las preferencias de los consumidores mexicanos de contenidos audiovisuales se han transformado con el tiempo. El lanzamiento de la televisión detonó una oferta diversa a partir de la definición de una variedad de formatos, programas y producciones; en la actualidad se identifica una mayor abundancia de plataformas, dispositivos y generación de contenidos que integra un mismo ecosistema competitivo.

Las nuevas alternativas en el acceso y provisión de contenidos audiovisuales, frente a plataformas tradicionales de programación lineal (TV abierta y de paga), que habilitan el consumo ubicuo y bajo demanda (on-demand), así como una mejor experiencia de usuario, han detonado una creciente competencia por captar la atención del público.

En este ecosistema competitivo se identifica la posibilidad de consumo multiplataforma; es decir, que el acceso a un mismo programa, serie, película o evento en vivo sea posible a través de la TV abierta, de paga, plataformas Over-The-Top (OTT) o de TV por Internet.

Los consumidores mexicanos dan cuenta de la creciente preferencia por los servicios OTT, que registran un crecimiento significativo frente a la TV abierta y de paga. Así, al finalizar 2016 se esperaba llegar a las 6.7 millones de suscripciones a plataformas OTT, equivalente a un crecimiento anual de 39.6 por ciento y una cobertura del 20.4 por ciento de los hogares. De continuar esta tendencia, alcanzaría rápidamente la cantidad de hogares que consumen contenidos en TV abierta (43.8 por ciento, o 14.4 millones) e incluso los que cuentan con TV de paga (58.5 por ciento o 19.2 millones).

Esto no significa que el consumo de contenidos de TV abierta esté disminuyendo o siendo sustituido parcialmente. Al contrario, se registra una diversificación en su acceso a través de diferentes plataformas. La población consumidora de contenidos de televisión abierta equivale a 85.3 por ciento o 28 millones de hogares, de estos, una proporción de 51.4 por ciento (4. 4 millones o 43.8 por ciento de los hogares del país) accede a ellos a través de televisión radiodifundida y la proporción restante del 48.6 por ciento (13. 6 millones o 41.5 por ciento del total de hogares) lo hace vía plataformas de televisión restringida, ya sea satelital, cable o IPTV.

Adicionalmente, se identifica una uniformidad de preferencias de los consumidores de plataformas OTT entre grupos de edad. La adopción es idéntica entre los llamados millenials (21-30 años) y los baby boomers (+50 años), coincidiendo en 20.4 por ciento.

La segmentación por niveles socioeconómicos (NSE) muestra una proporción similar. En todos los rangos se aproxima al promedio general de adopción en hogares del 18.8 por ciento.

Esta preferencia más homogénea entre los consumidores es atribuible a la creciente adopción de Internet entre los hogares, equivalente a 43.2 por ciento, así como a la facilidad en el acceso y uso de las plataformas OTT, con una oferta de contenidos multidispositivo, producciones originales, un catálogo amplio y precios asequibles para los consumidores.

A partir de todo ello, es un hecho que, ante este escenario de incesante crecimiento en la adopción de las plataformas OTT y su cada vez mayor ganancia entre las preferencias de los consumidores de contenidos audiovisuales, independientemente de su edad o NSE; éstas representan una alternativa que compite con la televisión abierta y de paga.

Esta evolución tecnológica y de las preferencias de los consumidores ya muestra señales de reconocimiento por generadores de contenidos y operadores de telecomunicaciones, especialmente de TV de paga y principales cadenas de televisión abierta.

De esta manera, se han enfocado esfuerzos para hacer frente a ello con estrategias competitivas y atractivas para los consumidores, por ejemplo, al incorporar una oferta de contenidos OTT complementaria a su labor primaria de generación y distribución.

Tal circunstancia ha llamado la atención incluso de órganos reguladores alrededor del mundo y ha detonado una redefinición del ecosistema de contenidos audiovisuales, en el que ya se considera que la TV abierta, de paga y las plataformas OTT integran un mismo mercado.

Cabe esperar que México se alinee no sólo en términos de mercado a esta tendencia mundial de diversificación en el acceso a contenidos audiovisuales; sino en las cada vez más experiencias regulatorias de convergencia entre plataformas. Se trata de una propensión hacia la que varios países, específicamente de Latinoamérica y la Unión Europea, buscan aproximarse y a la que nuestro país no debería abstraerse.