A partir de este 31 de mayo, autoridades de la Ciudad de México determinaron incrementar las zonas libres de humo de tabaco en el Centro Histórico y establecieron la prohibición de fumar en 11 lugares.
La Agencia de Protección Sanitaria de la Ciudad de México publicó en la Gaceta Oficial un decreto donde establece los puntos donde ya no será posible encender y consumir cigarros.
Las zonas donde ya no se podrá consumir tabaco es el Zócalo capitalino, la Plaza de la Mexicanidad, la Plaza Manuel Gamio, la Plaza del Seminario, El empedradillo, la Plaza del Centro Histórico, ubicada en calle Monte de Piedad sin número; el Corredor Peatonal Madero; los Portales (ubicados en 20 de Noviembre y José María Pino Suárez); la calle 20 de Noviembre, entre el Zócalo y Venustiano Carranza; los Portales del Antiguo Palacio del Ayuntamiento (ubicados entre 20 de Noviembre y 5 de Febrero), y en los Portales entre calle 16 de Septiembre y Francisco I. Madero.
Martí Batres, secretario de Gobierno de la Ciudad de México, informó que comenzarán campañas para informar a la sociedad sobre esta medida, que establece las mismas sanciones que ya existe en los denominados espacios libres de humo.
Para empezar, las personas que fumen en la zona serán invitadas a apagar su cigarrillo.
“No reforma ningún reglamento, simplemente lo ya establecido se aplica también en esta zona. Ya hay toda una reglamentación o legislación que se aplica en el caso de los espacios donde no se puede fumar”, explicó Batres.
El anuncio se da en el marco del Día Mundial sin Tabaco, que se conmemora cada 31 de mayo para concientizar sobre los efectos de su consumo.
Sigue leyendo: AMLO firma decreto que prohíbe la comercialización de vapeadores en México
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada