Si la pretemporada fue una muestra de lo que se viene en el futbol mexicano, la realidad es que falta mucho por trabajar.
La máxima división del país volverá a escenificar partidos oficiales a partir del próximo jueves, luego de más de cuatro meses de paralización por la pandemia de coronavirus. Lo hará sin público en las tribunas y bajo un nuevo protocolo sanitario que busca minimizar los contagios. Pero las medidas fueron infringidas en repetidas ocasiones durante los encuentros de práctica disputados en las últimas dos semanas.
México, la primera liga grande en Latinoamérica que activa su torneo oficial, no tenía partidos con puntos en disputa desde el pasado 15 de marzo, cuando se jugó la décima fecha del torneo Clausura, que eventualmente fue cancelado por los dirigentes sin declarar a un campeón por primera vez en la época moderna. Desde entonces, la Liga Mx y las autoridades sanitarias del país trabajaron en la creación de un protocolo para el regreso, este consta de 53 puntos que deben ser acatados por todos los que participen en los partidos: jugadores, entrenadores, árbitros, empleados y hasta miembros de los medios de comunicación. El protocolo no se ha cumplido fielmente.
En la primera semana de la pretemporada, el técnico del América, Miguel Herrera, dirigió sin usar barbijo y sobre el final de un partido ante Pumas se encaró a menos de un metro de distancia de un asistente del entrenador español Míchel González.
Según el protocolo, el punto 45 consigna que los entrenadores deben usar el cubrebocas todo el tiempo en el banquillo. “Hay personas que no están preparados para aceptar y vivir la nueva normalidad. No estábamos acostumbrados a utilizar cubrebocas, pero estas nuevas reglas nos exigen que los utilicemos especialmente en espacios públicos y en lugares donde no se pueda mantener la sana distancia”, señaló Ricardo Cortés, un funcionario federal de salud, al diario deportivo Récord.
Ayer, ESPN reportó que Necaxa presentó un caso positivo tras una ronda de exámenes y que, por el momento, el duelo ante los Tigres del viernes no corre riesgo de ser aplazado.
El Piojo Herrera no fue el único en no respetar los protolocos. Posterior a lo de Herrera, en un encuentro entre Tigres y Cruz Azul, el entrenador de los felinos, Ricardo Ferretti, no sólo no usó el barbijo durante todo el partido, sino que además estuvo fumando y escupió sobre el campo, algo prohibido en el punto 46 del protocolo.
Al final de ese juego, el volante argentino de Tigres, Guido Pizarro, también se encaró sin mascarilla con el entrenador de la máquina, el uruguayo Robert Dante Siboldi, y con otros jugadores celestes, lo mismo que Ferretti.
También, en la final del torneo, ganado por Cruz Azul, el presidente deportivo de Chivas, Ricardo Peláez, bajó del palco a la cancha para reclamar sin barbijo a los árbitros por un penal marcado en los minutos finales.
Pero esas transgresiones al protocolo no son todas. Entre otros puntos que no se han respetado están los festejos de los goles en los que están prohibidos los abrazos. Tampoco se ha respetado el evitar saludar de mano a los rivales, algo que ocurre repetidamente al principio y finalización de los encuentros.
También te puede interesar: DT de Chivas de Guadalajara da positivo a COVID 19
Edición: Ana Ordaz
Dependemos en demasía de la electricidad; ¿qué pasa con esos rincones del mundo que viven en penumbra?
Rafael Robles de Benito
El instituto electoral deberá emitir una resolución al respecto
La Jornada
La censura intenta destruir la curiosidad humana, pero en los rebeldes, la alimenta
Margarita Robleda Moguel